7/6/75 
Estimados Hugo y Tere:
Con mucha tristeza no pude saludar a Hugo en el barco, no sé si porqué no viniste o fué un desencuentro, de todos modos la despedida de todos los que me acompañaron al puerto fue muy emotiva, la nave es sensacional en todos sus detalles. 
La cabina es preciosa con un baño digno de un departamento, hasta tenemos música funcional y tres camareros y una camarera para mamá, cambian continuamente las sábanas y las toallas. 
El desayuno es bárbaro: café con leche, té o café, panecillos calientes, queso, dulce, manteca (cortada en forma de flores),fiambres, huevos y jugo de frutas. 
El comedor es sensacional, tiene un lujo digno de una película, toda la vajilla es de porcelana de Bavaria (Alemania). 
La comida es bárbara y todos los días tenemos menús distintos y fiestas fabulosas, como la del ecuador donde decoraron todo el comedor con paisajes de Venecia y la mantelería era naranja con flores ocres (ya cambiaron cuatro tipos de manteles distintos), luego tuvimos una fiesta napolitana, que fué aún más bonita que la anterior, decoraron todo el techo del comedor con redes de pescador, los manteles a cuadros y los camareros todos vestidos de rojo, y la única iluminación era una vela dentro de una campana de vidrio en el centro de cada mesa, (por un momento te olvidás que estás en alta mar). 
La diferencia consiste en que estamos viajando en la primera clase de turística «A», (mamá en cambio, en su viaje anterior, fué en la 2ª clase. 
Por la noche, cuando vamos a cenar, es un torneo de elegancia, todas las mujeres de largo y los hombres de traje y corbata, con el marco increíble de esos salones todos rodeados de cortinados y sillones forrados en pana de distintos tonos. 
El viaje transcurre con un mar tranquilo y ya llegamos a Lisboa, donde vamos a hacer una excursión ya combinada con el barco para conocer los principales lugares de la ciudad y alrededores. 
Hugo, antes que me olvide, te dejo los datos que faltaban del terreno de Uruguay, SOLAR 10 , MANZANA 184. 
Me gané un muñequito de la línea «c» en un concurso de baile con juego de sociedad.
Te puedo asegurar que el peso argentino, no lo quiere nadie, pensá que un peinado a mi vieja en el barco le costó 5.000 liras que es lo que cobraban años atrás, pero so pagás en pesos son 50.000 $. 
Los argentinos que viajan como turistas están amargados porqué su dinero no vale nada, en Brazil, una señora quiso comprar una piedra y como sólo tenía pesos, no pudo comprarla y nadie quiso cambiárselos, es lamentable pero es así. 
Bueno, los saludo con un Hasta pronto (por carta), desde Italia les vuelvo a escribir.
Chau, 
Renato.