Querido primo José María:

Es preciso que hagas por verme en Torrijos, 65, donde me retienen desde hace varios días. Nuestra familia de Orihuela no sabe dónde me encuentro aún y te pido veas a Morla, a tu hermano, a quien sea, para verme junto a Josefina, que me necesita más cada día, pronto. Fuerza un poco tu tranquilidad por mí, o es seguro que no saldré de aquí hasta que no se aclare mi actitud honrada, y esto puede ser cuestión de mucho tiempo. Tú puedes ayudarme a salir rápidamente y no debes dejar de hacerlo. No llevaba la documentación necesaria y me detuvieron en Portugal y me condujeron aquí. José María, por nuestra amistad, nuestra familia y nuestra poesía, insisto en pedirte este gran favor. Un abrazo.

Miguel Hernández.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.