Madrid, 30 de mayo de 1939.

Queridos padres:

Aquí me encuentro en la gran esperanza de salir pronto y veros buenos de salud y de ánimo. Me acuerdo mucho de vosotros, ahora más que nunca, porque ahora es cuando puedo pensar más largamente en las personas que quiero. Mamá: cuídate mucho, es el mismo consejo que doy a la calle Arriba, porque nos haces falta a todos. Hoy ha venido a verme mi cuñado Paco y me ha dado buenas noticias de Josefina y nuestro hijo. Escribidme vosotros la dirección adjunta y poniendo mi segundo apellido. Justino. ¿qué tal? Papá: me imagino que andarás con alguna dolencia, pero a ninguno nos falta eso. Marilola: a cuidar de la mamá y a rezar con ella por mí, porque no dure esta situación, que aunque no me entristece mucho, tampoco me alegra demasiado. Muchos besos y abrazos para todos de vuestro hijo en nombre de quien lo fue más.

Miguel.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.