Kiev, 18 de septiembre 1937.

Mis queridos padres y hermanos:

Un saludo desde Rusia, que es la nación del trabajo y de los trabajadores y de la alegría. He recorrido casi todo su territorio de arriba abajo en unos días, ya que sólo estoy aquí desde el primero de mes. El cinco de octubre salgo para España de Leningrado, en un barco que me llevará por Londres a París y un tren a Port Bou, Barcelona – Valencia. A mí y a los compañeros que vienen conmigo nos han agasajado mucho y hemos visto cómo tratan a los niños españoles evacuados, que están como nunca han podido soñar de bien. Me ha servicio mucho venir aquí para mi trabajo en España, y los rusos sienten la guerra nuestra como si fuera de ellos. Los rusitos y las rusitas menores en cuanto saben que somos españoles nos señalan con el dedo y nos aplauden y levantan el puño.
Llevaré a mis sobrinos alguna cosa si puedo. Mucha salud para todos. Recuerdos a todos los amigos, particularmente a los padres de Pepito. ¿Está Justino en Orihuela?
Grandes besos y abrazos de vuestro hijo y hermano

Miguel.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.