Madrid, 1 de abril de 1940

Mis queridos padres y hermanos:

He recibido la vuestra del 23, y también me extraña a mí que no recibierais la contestación que di a la de Vicente, Ismael y vuestra a los pocos días de recibirla. Claro que fue una contestación general, pero la di. No tienes que estar con cuidado, madre, porque estoy mejor que siempre de salud y de comida. Tú no me dices nunca cómo estáis de salud vosotros. Veo que necesitas el específico y hoy mismo he encargado que lo busquen de nuevo y si no encuentran ése, te mandarán uno que esté hecho con una fórmula parecida. Ahora con la primavera supongo que estarás mejor. Ponte fuerte y contenta. Te prohíbo sufrir por mí, porque no siento nada estar donde estoy.
Las cárceles y las mujeres se han hecho para los hombres, y conmigo hay compañeros que antes habían levantado las mismas paredes que hoy les tienen aquí. 
Además, que de aquí se saldrá el día menos pensado y por eso no quiero que sufras. Yo lo he tomado con mucha tranquilidad, porque aquí se puede tomar así mejor que en Orihuela, los amigos vienen a verme, a traerme comida y a decirme que van bien las gestiones.
Elvira me ha escrito y si puedo le contestaré directamente. Me dice que su Rosa está muy hermosa y que quisiera venir a verme. Dile que no se le ocurra venir. No vale la pena comunicar cinco minutos y una sola vez el lunes, que es día que me toca. Además, ya sabes que prefiero no veros a veros tan poco tiempo y con un jaleo que no se entiende nada. ¿Ha muerto la prima Teresa de sobreparto? Parece que es eso lo que me queréis decir en la vuestra, aunque no esté claro. Me era muy simpática la prima y siento de verdad su muerte, si como parece, ha muerto. Me alegraría que no fuera así.
¿Qué es de la tía Antonia? ¿Y de la familia de Pepito? Dadle mil abrazos, así como a los tíos y amigos. Decidme si han puesto a muchos oriolanos en libertad, y si habéis pasado felizmente las Pascuas.
Bueno ahí va mi cariño como una casa de cien pisos. Adiós, os abraza

Miguel.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.