Cartas sin respuesta: intervenciones de gallegos a propósito de Cándida de Niní Marshall 

Paola Viviana Pereira 

Introducción

El objetivo de este trabajo es, por un lado, analizar el discurso de los medios a propósito de la actuación de Niní Marshall, primero en radio y luego en cine, entre los años 1935 y 1939. Esta periodización responde a la instalación de la actriz como figura mediática. La elección de este corpus, la crítica aparecida en diarios y revistas masivos, se fundamenta en que el discurso de los medios retoma y reelabora el discurso de la doxa , entendiendo ésta como el conjunto de creencias y de prácticas sociales que son consideradas normales en un contexto social, las cuales son aceptadas sin cuestionamientos por la mayoría. (Bourdieu, 2002) Y por otro, la aparición de tres cartas y dos artículos escritos por inmigrantes gallegos, en los que como miembros de la comunidad gallega denuncian la discriminación y violencia simbólica de que son objeto en las representaciones de la actriz.

Respecto del discurso de los medios, observamos que el mismo, en una dimensión semántico-pragmática, configura el modo de interpretación (el interpretante en términos peircianos) de las obras radiofónicas y fílmicas de la actriz con una concepción realista del arte. Así, una representación fiel de lo real es buena. Entonces, si Cándida representa fielmente a los gallegos: los gallegos son brutos/ignorantes/feos, pero buenos.

Contexto histórico

Argentina se caracterizó por un fuerte proceso de inmigración, iniciado a finales del Siglo XIX, que tuvo su pico máximo en la década de 1910, con un ingreso de más de 300.000 europeos. Esta inmigración se interrumpió drásticamente en 1930 y se reabrió en 1946, durante el primer gobierno peronista. El censo de 1914 muestra que el país casi ha duplicado su población en 19 años (llega a casi 7.900.000).

Hacia 1939, se dio un encendido debate ideológico en la Argentina de entonces, acerca del papel que la inmigración adquiría, en un tono mucho más ligado a la política partidaria y de coyuntura. Por otra parte, los conflictos ideológicos europeos afectaban la vida interna de las comunidades de inmigrantes, sobre todo en su prensa y en sus instituciones. El gobierno reaccionó tratando de acelerar la integración de las estructuras comunitarias al sancionar un decreto que disolvía las asociaciones inmigrantes controladas o financiadas desde el exterior o aquellas con objetivos políticos. (Devoto: 2003)

De este modo, la inmigración representaba un problema vinculado fundamentalmente con la identidad nacional, sobre todo, cuando la intelectualidad argentina asiste con especial preocupación al escaso grado de integración de esas colectividades, así como por el aumento de la conflictividad social, en la que aparecen los inmigrantes como protagonistas al establecer en su discurso una clara ligazón entre agitación obrera y presencia inmigratoria ultramarina. (Vázquez Villanueva, 2006)

En este contexto histórico-político, tienen lugar las representaciones de Niní Marshall, con roles protagónicos de personajes inmigrantes. La crítica mediática surgida a raíz de dichas representaciones nos ocupará de aquí en más, así como también tres cartas (1) escritas entre 1939-1940 por ciudadanos inmigrantes gallegos y dos artículos publicados en Galicia , órgano de las Federaciones Gallegas, a propósito del personaje Cándida , una mucama gallega, representada por Niní Marshall en radio y cine.

Campo cultural

Los inmigrantes ya se encontraban representados en los productos culturales desde el primer tercio del siglo XX en los chistes y el sainete criollo , géneros éstos que ayudaron a construir y divulgar el arquetipo del inmigrante y del gallego entre las clases populares. Generalmente en estas obras de carácter cómico los inmigrantes son ridiculizados, constituyendo su principal recurso cómico sus dificultades lingüísticas y gramaticales para hablar castellano. Por otra parte, en los sainetes, los personajes de las diferentes colectividades asumen un papel relacionado con su actividad profesional. En el caso de los gallegos, los trabajos que aparecen más representados son las profesiones como changador, mozo de pensión, pero sobre todo, personal de servidumbre: cocinera, mucamo y mucama. Al lado de estas profesiones, mal vistas socialmente, pueden aparecer otras ligadas a los servicios como conductor de tranvías, dueño de casa de huéspedes o pequeño artesano, aunque la ocupación predominante sea dueño de un almacén. En estas obras el gallego aparece como una persona sincera, con una gran ingenuidad, que lo lleva algunas veces a caer en la estupidez, humilde, ignorante o con una muy escasa cultura, pero incansablemente tenaz, bruto, que logra ascender económicamente a través del trabajo y del ahorro, que a veces puede llevar a acusarlos de tacaños. (Fernández Santiago, 1995)

Este arquetipo del gallego es retomado por Cándida, tanto en radioteatro como en cine. Como su nombre lo indica, ella es ingenua, humilde y sus dificultades lingüísticas son justamente el recurso humorístico más explotado, fundamentalmente en radio.

Por otra parte, el auge del cine sonoro coincidió con la formación de una nueva fisonomía argentina, ya que los años 30′ fueron decisivos en la integración de la Argentina contemporánea. La clase media de origen europeo se afianza en sus condiciones de estratificación y flexibilidad. Una burguesía alta se nutre del campo primero, y poco después, del producto de la creciente industrialización. La burguesía media abarca a los comerciantes, profesionales y oficinistas con cargos y salarios fijos, en tanto que la pequeña burguesía agrupa a la gran masa en ascenso social y económico, que no deja de crecer y mantenerse abierta a quienes ingresen a ella. Esta burguesía escalonada no tardó en ser motivo de los argumentos cinematográficos que retrataban lo que parecía identificatorio de un modo presente de vivir. (España: 1992) El cine alcanzó la estatura nacional de difusión y atención que solo la radio había tenido hasta entonces.

El personaje Cándida y el discurso de los medios masivos

En 1934, Niní Marshall trabaja como cancionista internacional en Radio Belgrano y en la Broadcasting Municipal. Es descripta por la crítica como imitadora de cantantes y acentos . La Revista Antena el 26 de mayo de 1934 señala: «Voz de sugestivas tonalidades»; «Interpreta con singular buen gusto y acento apropiado» (16/06/1934). O también: «La exquisita intérprete de canciones internacionales, que actúa con éxito» ( Sintonía , 12/01/1935). En la primera entrevista realizada a Niní en enero de 1935, señala: «Me agrada mucho el cine. Leo muchísimo, si es que en la vida se puede leer demasiado. Los libros son mi refugio espiritual y constituyen una necesidad para mí». (Etchelet, 2004:32)

Hacia 1935, Niní Marshall venía triunfando en la radio Broadcasting Municipal con sus representaciones de Cándida, una mucama gallega en el «Chalet de Pipita», un programa donde la dueña de casa y sus invitados conversaban sobre distintos temas, la actualidad o la cultura y escuchaban música. Dice Niní respecto del personaje:

«La hacía rabiar a mi patrona, la niña Pipita y como en aquel entonces no había medida para pasar los avisos, me la tomaba con los avisos y los hacía al revés. Teníamos el de Levarol, que era una levadura, cual su nombre lo indica, y yo lo levantaba tanto que reventaba la cocina y nadie podía comer».

Sus partes casi siempre servían para promocionar algún producto, como el whisky que no manchaba la ropa y la porcelana a prueba de Cándidas. Al respecto señalaba la revista Antena :

«La galleguita recién venida de su terruño y que trabaja de mucama en ese lujoso y confortable chalet, está animada expresivamente por la eficaz deseuse Niní Marshall, quien ágilmente y sin torpes rebuscamientos ha hecho de ella una singular creación». Antena , 21 de diciembre de 1935 (Etchelet, 2004:41)

El 19 de septiembre de 1935, debuta con una comedia de Alberto Franco titulada «Una morena y una rubia». En la revista Sintonía describen la obra como «una especie de esgrima de palabras». Asimismo, continúa con su personaje Cándida en «El chalet de Pipita». Algunas de sus críticas señalan: «Dicharachera y enamorada, inquieta y vehemente es Cándida, el pintoresco personaje a cuyo cargo está la nota cómica …desde ‘El chalet de Pipita'». ( Antena , 21/12/1935) «El bonito timbre de su voz y su gracia natural, son factores que contribuyen en grandemente a aumentar su simpatía». ( Antena , 14/03/1936)

Posteriormente, en 1937 crea su personaje Catita, una criatura de los barrios nacida de la ascendente clase trabajadora, que sería auspiciada por Tiendas La Piedad en Radio El Mundo.

En 1938, Niní Marshall, hasta entonces estrella radiofónica, protagoniza Mujeres que trabajan (Romero, 1939), en la que su personaje Catita entra al cine. Luego filma con ese mismo personaje Divorcio en Montevideo (Romero, 1939) y Casamiento en Buenos Aires (Romero, 1940), y con el protagónico de Cándida: Cándida (Bayón Herrera, 1939) y Los celos de Cándida(Bayón Herrera, 1940), entre otras.

Vemos que desde sus inicios como cancionista, la figura de Niní se ve destacada por la exquisitez, sutileza y bonito timbre de su voz, y se va perfilando una actriz «inteligente», que hasta aquí sólo se esboza a través de sus propias palabras, ya que lee mucho, y la descripción de «Una morena y una rubia» como una esgrima de palabras. Estos aspectos van a ser desarrollados, fundamentalmente al tomar como centro el hecho que Niní escribe sus propios libretos, y se recalca el antagonismo entre la intérprete-creadora inteligente (Niní Marshall) y el personaje representado: Cándida. Por ejemplo:

«A las chicas feas no les gusta hacer papeles escénicos de tales. En cambio, las bonitas los piden para ellas, y si no, vean a Niní Marshall. Es requetebonita. ¡Una papa! Pero en el papel de gallega que hace por Radio Fénix, lo disimula bien «. (Sintonía, 6/06/1936)

En esta cita podemos leer una analogía entre belleza/inteligencia, por radio sólo se puede hacer de fea mediante la voz. ¿Cómo es hacer de fea? Más allá de describirse verbalmente como fea, hay que hablar como fea (Cándida habla mal) y actuar como fea (Cándida hace barbaridades). Nuevamente, se marca la separación entre la actriz bella/inteligente y el personaje representado feo/ignorante (bruto).

La situación se complejiza cuando este discurso asimila explícitamente el personaje a los gallegos reales, principalmente mediante una concepción realista del arte, que objetiviza al inmigrante. Era una gallega exacta, pronunciaba la zeta, la ce y la ese, cada una en su lugar – recuerda Jorge Luz. El Mundo en 1937 señala: » Una actriz excepcional tanto por la perfección de sus caracterizaciones (2) como por su versatilidad creadora «.

Otro ejemplo respecto del personaje de Catita: » De gracia fresca y original compone con eficacia directa el personaje de una guaranga, típico producto porteño » ( El Heraldo del Cinematografista , 1939)

Solamente un medio, La Nación , vincula la producción de Niní con el sainete, muy devaluado por esos años, después del estreno del film Cándida :

«Igual que en el caso de Catita, su acierto brilla más en el tipo, en la creación, que en la sucesión de episodios por que desfila, de fácil tono asainetado, mediocres, pero aún así templados con cierto calor de alma, marcado por palpitaciones de corazón, pues el personaje en sí eje de todo, no pierde su contacto con la realidad refleja rasgos bien observados de psicología » ( La Nación , octubre 1939)

De este modo, el film es vinculado con el sainete sólo en lo que respecta al guión. No obstante, lo que se recalca es la creación «intelectual» de Niní; y su personaje es bueno en la medida que representa lo real. Para ver la disimilación respecto del sainete, Jorge Luz señala:

«Esta muchacha de Niní no guardaba relación con el personaje que habitaba el ambiente del sainete. Aquellas eran ‘varoniles y toscas’, Catita era exageradamente femenina, y se encargaba de resaltarlo en sus vestidos y sombreros» (Etchelet 2004:32) .

En la medida en que la crítica propone un modelo de interpretación de las producciones en oposición al sainete, por «la perfección de sus caracterizaciones, porque «no pierde contacto con la realidad» y porque «refleja rasgos bien observados de psicología», impone una interpretación realista del film, cuya consecuencia es la objetivación del inmigrante.

Por otra parte, esta tópico es retomado por Núñez Seixas, quien señala respecto del juicio de Salvador d’Ana, autor de la biografía autorizada de Niní Marshall:

«Según aquel autor, ‘entre los personajes de Niní y los cocoliches del sainete hubo un abismo. No necesitó disfrazarlos para que triunfaran en forma fulminante. Los creó sin darles vestimenta ni rostro’, ya que el sainete sólo habría adoptado de los personajes de la inmigración ‘lo exterior. Lo común. La vestimenta antes que la psicología individual’ (Marshall y D’Ana, Niní Marshall , p. 104). Naturalmente, el autor tiene una imagen muy superficial del sainete criollo, donde las mucamas no eran menos socarronas en muchas ocasiones que la Cándida interpretada por Niní» (Núñez Seixas, 1999: 102)


Intervenciones gallegas

El 13 de mayo de 1939 se publicó el artículo «En la Audición de la casa Llauró, transmitida por LR1 Radio El Mundo, vuelve a ser objeto de burla la colectividad gallega», en Galicia , órgano de la Federación de Sociedades Gallegas, bajo el seudónimo de Eche-Certo. Uno de los aspectos centrales de este artículo es el vínculo que establece entre los personajes Cándida y Catita:

«Porque no es solamente «Cándida» un cúmulo de insulseces, sin gracia ni sentido común, sino también «Catita» de la misma autora ridiculizando a las muchachas del pueblo, con su escuela arrabalera, practicada sin esfuerzo por su consuetudinaria costumbre…»

A partir del título, se instaura este reclamo en una serie de acciones inacabadas mediante la palabra «vuelve», es decir, el hecho de que la comunidad gallega sea objeto de burla. Y por otra parte, se configura un auditorio mixto, en la medida en que Niní Marhall ya no solamente ofende a la colectividad gallega, sino que la ofensa incluye a los porteños, es decir, estos últimos también son objeto de burla por parte de la actriz.

En oposición a lo que ocurría en el discurso de los medios, aquí se presenta una asimilación del personaje Cándida con el sainete, lo cual desdibuja la idea de su valor artístico ya que, como dijimos antes, el mismo por esos años estaba muy devaluado:

«Dicha ‘artista’, con perdón de las auténticas, vivió en otros tiempos en un inquilinato, en donde también moraban unas muchachas criollas y unas paisanas nuestras, y al oírlas hablar se forjó en la mollera la idea del sainete».

Por otra parte, como vimos en el discurso de los medios, Niní estaba asociada a la inteligencia tanto por la producción de los libretos como por su capacidad de observación, según una concepción realista del arte. Y hacia este punto se dirige también este artículo en un tono irónico:

«Además, es profesora de varios idiomas: el francés, el alemán, el inglés, o el barrio de las ranas, para ella es coser y contar. Es toda una inteligencia doña Niní, lástima que se acordó tarde de que era poseedora de condición tan sobresaliente (…) Por eso, por acordarse tarde, después de tanto estudio y con tanta inteligencia acumulada, tuvo que dedicarse a esos diálogos secundarios y alguna parte también de quinta categoría en el cine».

Por último, el artículo cuestiona la falta de intervención oficial al respecto:

«Corrió la voz y hasta se han hecho publicaciones que las audiciones habían sido prohibidas, por la cantidad de protestas que en diferentes formas se habían producido, pero creemos que los encargados de velar por la corrección de tales representaciones, no tocando asuntos ideológico-políticos, ya pueden los actores destrozar el idioma, burlarse de quienes les dé la gana y hacer lo que se les antoje, sin que nadie los moleste oficialmente».

En el párrafo anterior, el auditorio se vuelve a mixturar, cuando el enunciador señala «ya pueden los actores destrozar el idioma», este argumento involucra a todos los ciudadanos ya que tanto Cándida como Catita hablan mal. Se puede sumar a la protesta a los ciudadanos criollos que también se sientan ofendidos, y en el contexto histórico que detallamos antes, la demanda de una intervención oficial, fundamentalmente respecto de la corrección del castellano en un marco de inmigración masiva y con la clase dirigente preocupada por la «identidad nacional», hace que se convierta en un argumento poderoso.

La primera carta con la vamos a trabajar está firmada por el secretario y el presidente de Casa de Galicia, fechada en Buenos Aires el 2 de junio de 1939 y dirigida al Secretario de la Federación de Sociedades Gallegas. La misma está escrita en gallego y hace referencia a la propuesta de «don Pedro Campo Couceiro, prestixoso federado d’ahí», que resulta de una carta enviada por este último cuyo párrafo se transcribe. De esta transcripción resulta que Campos Couceiro escribió la carta de origen en castellano. El objetivo de la misma es generar un movimiento de todas las entidades gallegas para que se dirijan a las casas anunciadoras que contratan artistas para ridiculizar a los gallegos y promocionar distintos productos, entre las que figura Cándida en la audición de Casa Llauró. La propuesta de Campos Couceiro es retomada por los directivos de Casa de Galicia:

«Creemos, nos, que despoñendo a Federación da opinión de moitas sociedades federadas, d’un órgano periodístico e da representación de si mesma, é a entidade máis chamada a facel-a protesta, pro caso de que se pense que a protesta é necesaria.

Queda sabido que s’a Federación s’interesa pol-a iniciativa do siñor Campos Couceiro e chegamos a concrusiós de que a ofensa merece a defensa, a Casa de Galicia suscribirá a protesta».

El argumento central de Campos Couceiro citado en la carta de Casa de Galicia es: » Desearía que se estudiara y se pusiera en práctica algún medio de defensa contra la caravana de saineteros y lunfardo del bajo fondo, que con sus payasadas nos tratan peor que si fuéramos beduinos (3)«. En el que también se asimilan las representaciones de Cándida con el sainete, valorado éste negativamente.

La segunda carta, fechada el 3 de junio de 1939, la firma don Pedro Campos Couceiro y está dirigida directamente al Secretario General de Sociedades Gallegas. El mismo señala:

«Conoce Ud. y demás miembros de esa J.E. como todos los habitantes del país, los sainetes burlescos, absurdos y estúpidos, que se transmiten por varias estaciones de Radio, denigrando a nuestra colectividad, a nuestra raza, y en general a Galicia. (…) En la Radio El Mundo, (…) «luce sus habilidades» la titulada «Cándida», con el bastonero Thorry, que la primera en una ocasión, tuvo la desfachatez de burlarse de una de las poesías que más nos emocionan, de nuestra inmortal Rosalía.

Ahora hemos leído en una revista que la prójima de referencia se propone filmar «Cándida», para continuar la burla en pantalla. No es posible, amigo secretario, que una colectividad tan numerosa y diversa como es la nuestra, permita que se realice ese nuevo escarnio.»

Lo que el discurso de los medios define como representación exacta, es presentado por los inmigrantes como sainete burlesco, absurdo y estúpido, con lo cual se deconstruye la asimilación del personaje a los gallegos reales. Por otra parte, también se denuncia la burla sobre la poeta Rosalía de Castro, autora principal del Rexurdimento en Galicia y uno de los principales símbolos identitarios gallegos .

El 24 de junio de 1939, aparece en Galicia, órgano de la Federación de Sociedades Gallegas, un segundo artículo, «La autora de ‘Cándida’ pretende justificar la burla a nuestra colectividad mediante un anónimo». En el mismo, su autor bajo el seudónimo E-CH-Certo, hace referencia a un anónimo recibido en la redacción de Galicia , firmado por la «Legión de Admiradores de Niní Marshall» en respuesta a su artículo anterior. Se señala:

«No dudamos que la autora de «Cándida» tenga admiradores sin darles categoría de Legión, pero aseguramos que los tales admiradores no son autores del escrito que comentamos porque se trata de analfabetos, y aunque la literatura del anónimo, así como su redacción son de los más rudimentario, sería sin embargo un imposible para la susodicha Legión».

Así, invierte la acusación, si para un discurso Cándida es ignorante, y en la medida en que es una representación realista fiel de los gallegos, éstos también lo serían; para el enunciador los ignorantes/analfabetos son las admiradoras y la autora de «Cándida», en la medida que representa no sólo:

«un sainete estrafalario e inverosímil, sino que, en su afán de hacer el ‘Tom’ ha intentado burlarse de la más excelsa cantora de nuestras nostalgias; de la gloria más inmaculada de Galicia: de la más sublime poeta del siglo XIX, reconocida por personalidades eminentes como los doctores Ricardo Rojas, Frontini, Giusti y otros en la Argentina. Y Emilio Castelar, Miguel de Unamuno, Menéndez Pelayo, Azorín, etc. españoles, que no sabemos si Ud. ha intentado burlarse de Rosalía de Castro, y ése es un atentado que no puede perdonar ningún gallego normal y consciente…».

No solamente aparece nuevamente una referencia a la burla a Rosalía, esta vez apoyado su valor literario por citas de autoridad para fundamentar su valor literario y no sólo identitario, como en el caso anterior; sino que en este texto el auditorio se particulariza, se apela a la comunidad gallega.

Por último, en la carta firmada por el Secretario General de la Federación de Sociedades Gallegas, Manuel Lamas, al Director de la Radio Prieto , con fecha 1º de agosto de 1939, se señala:

«haciendo firme manifestación de protesta por las palabras vertidas por una titulada ‘Cándida’ cuyo rol desgraciado correspondió desempeñar a una pretendida ‘artista’ conocida con el seudónimo de Niní Marshall que sistemáticamente ultraja a nuestra colectividad».

En este reclamo, último eslabón de la cadena de cartas, además de su contundencia enunciativa al señalar «haciendo firme manifestación de protesta», se insiste en el escaso valor artístico de Niní Marshall, además de explicitar la «sistematicidad» de tales representaciones.

Esta solicitud deriva en una amenaza ya que de repetirse el hecho, la Federación

«adoptará medidas ante la colectividad, avisadores y autoridades nacionales correspondientes, como lo tiene en gestión con las transmisiones que dicha ‘dama’ realizó por otras emisoras».

En suma, vemos que la cadena comienza con el artículo publicado por Galicia , que parece insuficiente en la medida en que Campos. Couceiro escribe dos cartas posteriores a esa publicación: una a la Casa de Galicia (con la que no contamos pero es citada en la de Casa de Galicia) y otra a la Federación de Sociedades Gallegas. Su carta a Casa de Galicia, impulsa una de esta última dirigida a la Federación. El primer articulo de Galicia tiene incidencia en otro ámbito, ya que provoca la respuesta de la Legión de Admiradores de Niní Marshall, y genera otro artículo de la misma publicación. El último movimiento es la carta de la Federación a Radio Prieto, que concretamente lleva adelante los reclamos hacia afuera de la Institución.


Lugares argumentativos

La argumentación supone que sean satisfechas ciertas condiciones, como una comunidad, y el acuerdo respecto de la necesidad de debatir tal cuestión. Aquí intervienen las «ubicaciones», pues, en nuestro mundo jerarquizado, ordenado, existen generalmente reglas que establecen cómo puede entablarse la conversación, un acuerdo previo resultante de la propia vida social. Además, para argumentar ante tal o cual comunidad, es necesario estar habilitado para hacerlo. Con mucha frecuencia hay que justificar un status para tomar la palabra en determinadas circunstancias. Esta armonización de las formaciones imaginarias es un punto esencial para todo el desarrollo de la argumentación. (Perelman: 2000) Así, por un lado, el discurso de los medios ocupa un lugar central, en la medida en que no sólo retoma sino que reelabora la doxa. Pero, por otro, los inmigrantes no parecen habilitados para tomar la palabra, salvo la institución que agrupa a las sociedades gallegas (Federación de Sociedades Gallegas) y el periódico de la Federación. De esta manera el movimiento individual comienza con las cartas de Campos Couceiro a la Casa de Galicia y a la Federación de Sociedades Gallegas. Luego, la Casa de Galicia retoma la demanda del señor Couceiro y lleva su reclamo a la Federación de Sociedades Gallegas. Por último, la Federación se expide ante las autoridades de Radio Prieto. De este modo, tal como se señala en la carta de Casa de Galicia, la única ubicación habilitada para la argumentación, además del periódico Galicia , es la institución que los representa:

«Creemos, nos, que despoñendo a Federación da opinión de moitas sociedades federadas, d’un órgano periodístico e da representación de si mesma, é a entidade máis chamada a facel-a protesta, pro caso de que se pense que a protesta é necesaria.»

Ahora, ¿las intervenciones gallegas obligaron a la doxa a justificarse? En principio, no. Esto también nos ilustra el lugar social de los gallegos en este momento histórico. Sabemos que no todo el mundo puede, no importa en qué circunstancia, tomar la palabra y hacerse escuchar. Incluso el partidario más declarado del diálogo no está dispuesto a comenzar una discusión con cualquiera sobre cualquier tema. Aristóteles ya lo había observado: no sólo no se puede discutir con cualquiera, sino que es preciso evitar el debate sobre ciertos asuntos. (Perelman: 1997) Y esto ciertamente, porque refutar P refuerza P:

«L’acte de s’opposer en élaborant un ‘contre-discours’ engendre une question qui, par rétroaction, légitime les discours qui y répondent. (…) Le prestige meme des réfutateurs renforce la thése réfutée.» (Plantin: 2005:60)

Así, la formación imaginaria de los gallegos, que habilita a su periódico y a la Federación para argumentar, no coincide con el lugar social asignado. La doxa no se justifica, ni incluye la otra voz, no hay interacción argumentativa. Por otra parte, la comunidad gallega se siente integrada a la nueva sociedad, esto queda claro cuando reclaman la intervención oficial en el artículo de Galicia :

«…pero creemos que los encargados de velar por la corrección de tales representaciones, no tocando asuntos ideológico-políticos, ya pueden los actores destrozar el idioma, burlarse de quienes les dé la gana y hacer lo que se les antoje, sin que nadie los moleste oficialmente «.

Sólo se puede reclamar la intervención oficial si se está inserto en una sociedad, pero los gallegos también reconocen los límites de esa inserción: la Federación no se dirige a ningún órgano oficial, lleva el reclamo a un particular, la Radio Prieto.


Consideraciones finales

En síntesis, en el discurso de los medios se asimilan las representaciones de Niní Marshall a las personas reales y se disimila la representación del sainete. Por el contrario, las intervenciones gallegas asimilan las representaciones al sainete, con lo cual tiran por la borda la concepción realista del modelo de interpretación de los medios, en la medida en que el sainete es exageración, grotesco.

Una breve descripción del campo semántico utilizado en las intervenciones de los gallegos para decir lo que se hace con su comunidad en tales representaciones nos da una idea de su ubicación marginal en la sociedad, y fundamentalmente en la medida en la doxa no se ve obligada a justificarse; son: objeto de burla, ridiculizados, ofendidos, denigrados, ultrajados, la representación de Cándida es un escarnio, un atentado.

En última instancia, lo que se está discutiendo es el modo de integración de los inmigrantes en la sociedad argentina, si se los integra desde una aculturación completa y un estatus devaluado (a lo que ellos se resisten), o una integración equitativa que respete las diferencias.

Bibliografía

Bourdieu, P. (2002) Distinction. A social Critique of the Judgement of Taste . Cambridge , Harvard University Press.

Devoto, F. (2003) Historia de la inmigración en la Argentina , Buenos Aires, Sudamericana

España, C. (1992) «El cine sonoro y su expansión», en Couselo, Jorge et al. (1992) Historia del cine argentino . Buenos Aires: Centro de Editor de América Latina.

Etchelet, R. (2004) Niní Marshall. La biografía. Buenos Aires: La crujía.

Fernández Santiago, M. (1995): «Unha aproximación á consideración social dos inmigrantes galegos en Arxentina», en Grial 125 , Tomo XXXIII.

Núñez Seixa, X. «Algunas notas sobre la imagen social de los inmigrantes gallegos en la Argentina (1860-1940), en Estudios migratorios latinoamericanos , Año 14, Número 42, Agosto 1999.

Perelman, C. (1997) El imperio retórico. Retórica y argumentación .

-(2000) Tratado de la argumentación. La nueva retórica. Madrid: Gredos.

Plantin, C. (2005) L’argumentation. Histoire, théories et perspectives . París. Que sais-je?

-(2006) Apuntes Seminario de Maestría en Análisis del Discurso, Universidad de Buenos Aires.

Notas

(1) Las cartas originales se encuentran en la Biblioteca de la Federación de Sociedades Gallegas.

(2) Las negritas son nuestras.

(3) Es interesante esta mención de «beduinos» que retoma el estereotipo del árabe en España, ya que el inmigrante gallego reconoce la estereotipación que realiza el mismo en España respecto del «Otro» y la homologa con la que sufre aquí en Argentina y de la cual es objeto .

Ponencia presentada en el VII Congreso Nacional y II Congreso Internacional de la Asociación Argentina de Semiótica. Rosario. 7 al 10 de noviembre de 2007