maría, te quiero 
el síndrome de los domingos por la noche ha entrado otra vez a mi casa 
con toda la furia. 
me muero por un beso tuyo. 
no puedo dejar de pensar un segundo en vos. 
me toman por asalto las caricias imaginarias. 
por esos absurdos de la distancia, tengo que cerrar los ojos para retener 
tu mirada, es tan linda y tan fugaz… 
a la mierda con esta historia. 
es una maravilla. 
esto de hacer el amor con tu ausencia es fantástico, algo triste, y sobre 
todo inevitable. 
quiero hacerte el amor hasta que se me rompa la pija. 
quiero besarte hasta quedarme sin una gota de saliva. 
esto es terrorífico. 
me cago en tu ausencia, en la realidad, en todos y en cada uno de los límites. 
cualquier observador/a imparcial concluiría, al cabo de una fría 
investigación, que estoy enamorado de vos. 
pienso en tu boca, en tu concha, en tus manos, en tu peleíta por la libertad. 
tomo me gusta y me enamora. 
no puedo dejar de escuchar tu latido. 
me paso por el quinto forro de las pelotas las recomendaciones de la vida 
acerca de las inconveniencias en dejar constancia por escrito de 
mis ganas de darle un beso a tu corazón, 
ninguna otra cosa tiene esta noche el menor sentido. 
ya sé que la realidad es dinámica y etc……. 
pero hoy, acá, y ahora, toda mi identidad es deseo, estremecimiento, amor 
y una pizca de bronca por una mujer que seguramente conocés. 
si llegás a cruzártela, mandala para acá.Encontré el envase -stop-
-sigo buscando- stop
-faltan dos tetas-maría : quiero que sepas que te quiero mucho. 
Mucho. Demasiado. Y es muy lindo. 
Ya sé que esto significa muy poco hoy, 
pero es la única forma de estar con 
vos, y vale. Le tengo demasiada bronca 
a esa guadaña de mierda como para renunciar 
a decirte que me muero de ganas de hacerte 
el amor. Sigue siendo el único antídoto 
que conozco. Y existiendo vos casi es 
una victoria. Ya sé que los dos sabemos 
que es mentira, pero frente a la mierda 
de un cajón con alguien querido adentro 
reivindico más que nunca tu bocA, un beso 
tuyo, una caricia, tu vida, que hace 
eternamente más linda la mía. 
Un abrazo grandote, gorditaTe quiero Carlos