16 de julio de 2015
Hola Norberto: Como estás? me contó Emilse que te habías operado de una catarata. Imagino todo bien, hace ya muchos años ella se operó de los dos y anduvo muy bien. Justamente la acompañé en las dos oportunidades. Mi esposo se operó hace como 2 o 3 años y también anda muy bien. Volviste a hacer otra pareja? Se me ocurrió en este momento porque ante una operación de esta tipo se necesita a alguien que te coloque la serie de gotas previas y post operación… bueno ante el estar solo se me ocurre que uno se las pone ¿cierto?
Es una maravilla lo que hace la medicina, hace 23 años que murió mi madre y anterior entre otros problemas tenía lo de cataratas pero su médico de cabecera nunca se atrevió a indicarle tal operación por los problemas de la anestesia en una persona mayor, lo que significa que este ejemplo nos muestra los avances a los que aludo. Bueno… constantemente la medicina nos asombra y maravilla y nos ayuda a compensar las mediocridades de los políticos que vos acertadamente describes, además, de otras atrocidades que van cometiendo los seres que habitan nuestra sociedad (léase violaciones, asesinatos, agresiones, robos) y que no es tanto en tanto sino hechos de todos los días y en cualquier lugar (acá no podría contar de asesinatos pero si de violaciones de menores en manos de padres o padrastros u otros tipos). Hoy, por ejemplo, condenaron a uno a 12 años de prisión por ejemplo.
Respecto a lo que te comentaba de las armas recordé el caso de una mujer que compraba armas para sacárselas a los jóvenes en la Plata y entonces, para dar la verídica, me fui a «mi archivo» (creo que te hablé de él) y leo lo siguiente: CRUZADA INDIVIDUAL CONTRA LA INSEGURIDAD – PARA DESTRUIRLAS, EN DOS AÑOS COMPRÓ 350 ARMAS EN LAS VILLAS. La mujer Lidia Ortiz de Burry de 76 años afronta esto con sus fondos propios. Paga entre 100 y 200 pesos cada una de las armas recuperadas. Entregó a las autoridades policiales 356 armas y cuando iba por la entrega 219 el ministro de Seguridad que era Pablo Cafiero le aconsejó que las entregara destruídas, así que tuvo que recurrir a un herrero que se lo hace. Por lo visto, pensó la mujer, que no confían en la policía.
El artículo de Clarín del 20 de julio de 2003 continúa con explicaciones sobre de donde obtiene el dinero para la compra
Debe ser interesante tu libro «Hagamos el humor no hagamos la guerra» y lamento lo que te sucediera con tu editor… Yo hablo siempre de la destrucción de las armas pero… quizá ni mis tataranietos lo vivirán porque… ¿como se hace para que desaparezcan los fabricantes?
Volviendo a la política te cuento que si hubiera vivido en tu ciudad habría votado a Loustau ¿vos a quién votaste?
Hasta la próxima- Cariños.