Una vez más la Navidad se acerca y otra vez se siente más acentuada la agonía de la distancia que separa de los seres queridos, aunque nuestros corazones estarán muy unidos en la mágica Nochebuena. 
Para Uds. queridos padrinos, anhelando ansiosamente podernos abrazar en un no lejano futuro, deseamos los mejores augurios de paz, armonía y concordia. Con sincero y profundo cariño.


Franca, Ernesto y Daniel Montesanto.