R. Janeiro, 17 de Diciembre de 1929.
Estimada Esposa:
Mucho deseo que al recibir de esta te halle de perfecta salud en compañia de nuestros hijos, la mia por lo presente és buena gracias a Dios.
Se halla en mi poder la tuya del 15 del pasado mes, de la cual estoy enterado, respeto de lo que me dices que has comprado el cerdo y lo matastes me contente mucho y que estaba bueno, así és que valia el dinero que custó me alegro, pués yá te tenia mandado y ya lo debes tener en tú poder el dinero para dicho fin ó sean sesenta duros que te debió llegar la carta registrada á esa el dia 5 de este mes más ó menos, pués tanbien me alegré que mi madre y sobrinos te acompañasen á comer en la fiesta del cerdo, de manera que poco yá tienes algo de todo como sea la grasa unto y tocino para poderes hacer un caldo, me dices que solo yó faltaba para bos hazer compañia, yá bola paré algun dias sí Dios lo permitir yá sé que te hago falta nó solo para te ayudar, pués también medices que el dia que matastes el cerdo que estabas bastante enferma lo que eso no me gustó más nó me dices cuál fué la enfermedad yá te tengo dicho que tengas mucha cuenta con la salud y que no hagas tontarias, cuándo me escribistes me dices que yá te hallabas buena lo que estimo, y de lo que me dices de me mandar la prueba de las longanizas nó las mandes porque me dá lastima que bosotros las dejedes de comer para me las mandar, y al fin tambien aquí nó las puedo comer solo porque todo se sabe
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de lo que me dices que biene Leonardo aquí lo aguardaremos afin que no dices al cierto en que dia sale ni en que vapor, pués el dinero que te mandé te arreglas en vista que ya comprastes el cerdo fué para la falta de lo que gastastes y después beremos tengo muchas ganas de bos ber pero queria ber sí podia aguantar más algun tiempo porque á hir para esa no queria bolber al Brasil yá sé que rico no puedo ir pero pero podiendo tener una vaca a lo menos de nuestro y con algo que pudiese ganar por ahí aber si nos podiamos gobernar sin salir al estranjero que creo en Pontevedra o Vigo, anque no fuera afetivo puede ser que ganase algo y estaba siempre más ó menos cerca de tú vista para poderte dar un abrazo que bastante lo terás deseado y és un deber muy natural, te acordaras las veces que fuistes á visitarme á Vigo, que deseos tenias de mí y era poco el tiempo que no me bias lo que será ahora, pués te conservarás sin que nadie te tenga que dicir, poca confianza sea con quién sea, que tenderás tú marido á tú disposición en cuánto te viva que creo que no tengo sido malo para tí no tengo sido mejor porque no tengo podido, pero á túlado con tús tratamientos y cariños creo que devo bivir algun tiempo más de lo que puedo vivir fuera de tú presencia porque aquí el trabajo que tengo no puedo resistir mucho tiempo. Sin más por momento, recuerdos á toda personas de la familia y á todas personas de costumbre que entiendas, abrazos y besos á nuestros hijos y tú recibes abrazos y besos del tuyo para siempre.
Franco. Portela Lorenzo
Rua Lavradio 83.