Lunes 5.
I miss you unceasingly (te echo de menos incesantemente). Descubrir juntos una ciudad, sería, como dices, bastante mágico. Felizmente otra ciudad nos queda: nuestra ilimitada, cambiante, desconocida e inagotable Buenos Aires. (Quizá la descripción más fiel de Buenos Aires la da, sin saberlo, De Quincey, en unas páginas tituladas The Nation of London.) Además, cuando descubríamos Adrogué, nos descubríamos realmente a nosotros mismos; el descubrimiento de caminos, quintas y plazas era una especie de metáfora ilustrativa, de pequeña acción paralela. No te he agradecido aún la alegría que tu carta me dio. Esta semana concluiré el borrador de la historia que me gustaría dedicarte: la de un lugar (en la calle Brasil) donde están todos los lugares del mundo. Tengo otro objeto semi mágico para ti, una especie de calidoscopio. Afectos a los Bioy, a Wilcock. Deseo que pases en Mar del Plata una temporada feliz y (me dirás que esto es incoherente) que vuelvas pronto. Yours, ever, Georgie.