Hoy, viernes 18.
Querida Estela:
No sé cuándo leerás estas líneas, no sé si estás aquí o en el Uruguay. Creo que este año prescindiré de otras vacaciones que las que me tocaron en Adrogué. (Ahí están derribando los eucaliptos para edificar un colegio.) Me abruman las tareas: un prólogo para las Novelas Ejemplares, otro para el Paradise Lost, otro para un libro de Emerson, un cuento para un libro mío, antológico, que ilustrará Elizabeth Wrede, la lectura (nominal) de cuatro volúmenes para el Premio Nacional de Filosofía, la de otras tantas piezas de teatro para un certamen, la innumerable redacción de solapas, noticias y contratapas. Nunca, Estela, me he sentido más cerca de ti; te imagino y te pienso continuamente, pero siempre de espaldas o de perfil. Fuera de los Bioy no veo a nadie. Te deseo mucha felicidad, Georgie.