Querida Stella Maris:
Te escribo desde Mar del Plata, extrañando sin duda San Clemente.
Por suerte conseguí ya una amiga, hija de un compañero de trabajo de papá. (Longueira, por si tu mamá lo conoce)
Hasta ahora los días fueron buenos, excepto antes de ayer y ayer que estuvo horrible. Acaban de llegar visitas, así que me despido con un gran beso.
Graciela.
Cariños para tu mamá, Mario, papá y mamá