29 de Abril de 1982
Santa Teresita
Querido Soldado:
Me resulta dificil comenzar estar carta, quizá porque no sé a quién irá dirigida, o porque, simplemente, no sé que decir.
Por empezar, me llamo Laura Leticia Zoccola, tengo 18 años, cumplidos el 26 de Febrero (picis), y vivo en Santa Teresita, provincia de Buenos Aires, costa Atlántica.
A partir del momento que escuché por radio que podría escribir a cualquier soldado que no reciba correspondencia de nadie, no dudé en tomar esta lapicera y esta hoja, ya que no tengo ningún allegado allí y siento deseos de comunicarme con alguno que esté viviendo la difícil situación de defender Nuestras Malvinas.
Puedo imaginar cómo te sientes, y la soledad que te rodea, a pesar de estar en ese ambiente con todos compañeros en tu misma situación.
Por eso, para que no te encuentres solo, y lejos de lo que amás, yo te escribo, queriendo comenzar de este modo, una comunicación.
Quiero que tu contestes esta carta, que me cuentes lo que sientes allí, quiero que me brindes tu amistad como yo te la estoy dando ahora.
Querido soldado… yo tengo una familia aquí, padre, madre, una hermana de 19 años y el novio de ésta. Pero, a pesar de eso, me siento sola. Tengo una sola amiga.
Santa Teresita es un pueblo, no muy poco conocido, pero si poco importante. Tal vez lo conozcas, aquí viene mucha gente en las temporadas de verano. Es Mar del Plata en miniatura.
Tengo hasta segundo año de comercial, pero no he podido seguir porque necesito más trabajar.
Este verano me empleé en una panadería, pero cierra en Mayo, así que estoy sin trabajo y no pude conseguir por cuestiones que ya conocés. Nadie quiere arriesgarse, pues no se sabe qué pasará con Nuestras Malvinas.
La mayoría de los negocios cierran en invierno.
Pero creo que esto no te importará demasiado, ¿verdad?
¿Qué puedo decirte?
En estos momentos, las 20:23 hs, mis padres miran el noticiero, que no hace más que hablar de las Malvinas.
Todo esto me pone muy mal. Sufro mucho y trato de encerrarme en mi habitación, escuchando música y escribiéndote a vos.
Pero, ¿sabes que sucede?, me es muy difícil hablarle a alguien que igual no pueda aceptarme.
Es por eso que te pido disculpas si no te agrada mi forma de escribir y de expresarme.
Quizá, si tu me contestas, todo se torne más sencillo.
Para que tengas una idea de mi, te diré que soy rubia, de cabellos largos, ojos verdes, nariz bastantes larga, mido 1,64 mts. y peso 57 kg.
No soy una hermosura, pero me considero «pasable» (modestia a parte).
No se si llegarás a conocerme algún día, o si yo podré verte a ti.
Bueno, no quiero llevarla mucho a la larga. Solo deseo que me escribas.
Soy sincera, suelo ser más simpática a veces, si es eso lo que notaste en esta carta, pero por ser la primera, no me animé a mostrarme como realmente soy, y también por timidez, defecto muy común en mi.
Bien, todo está en vos.
Te deseo toda suerte del mundo, como así también a los que te acompañan.
Te imagino valiente y bien preparado.
Si no deseas contestarme, quiero que sepas que no estás solo y que aquí, en este pueblo, hay una chica que quiso darte una amistad.
Hasta Siempre.
Laura Leticia.