¡Hola! son la 1 menos cuarto de la noche del 4/12/76- Te cuento que el 3/12, o sea ayer, recibí tu carta y me encantó- Transmite un estado anímico tuyo nuevo y muy lindo-
Yo también ando bastante… ¿Cómo te podría decir?— bueno, no encuentro la palabra justa, xo la cuestión es q’ tu visita hizo q’ mi depresión se volviera a esconder-
Estuve masticando (mentalmente por supuesto) todo lo q’ pasó durante tu visita- Realmente sos una persona fuera de lo común; xa mí por lo menos, con el paso del tiempo te fuiste convirtiendo en un ser cada vez más fácil de comprender, pero algo que nunca perdés es tu cualidad de impredecible, es decir, q’ conociéndote y comprendiéndote bastante no encuentro forma de descubrir xa qué lado vas a agarrar ante tal o cual situación-
Te siento como un Theasaurus, como algo demasiado magni pretii res que tengo miedo de perder-
Respecto a mi forma de ser una persona que sin saberlo me conocía bastante dijo que era obsesiva. Y no hay vuelta que darle: es así- Tardé mucho en aceptarlo, pero por más vueltas q’ le dí al asunto, me convencí de que así era, y le echo la culpa de mis obsesiones a mi inseguridad-
En conclusión: no sé quien tendrá la culpa de mis rayes, pero me doy cuenta de que soy una hinchapelotas con la gente q’ significa algo xa mí y no debés ser la única q’ se siente perseguida- Me encantaría pedirle perdón a varias personas y prometerles q’ no voy a volver a ser un sacacorchos-
Bueno, ahora antes de seguir, te advierto q’ a continuación viene un monólogo un tanto plomo en torno a mí misma, así que si te viene bien saltealo, y seguí leyendo a partir de la crucecita-
Ahí va: resulta que yo tengo una idea bien clara de lo que significa: pareja, amistad, vida social, relación padres e hijos, etc, etc, y tengo también una escala de valores determinada- Hasta ahí todo bien, xo cuando estoy frente a una persona tengo un miedo terrible pero no sé de qué, y una imperiosa necesidad de «absorber», de pedirle que por favor me de algo que tampoco sé qué es, para poder encontrarme y sentirme segura de mí misma, ubicarme en mi propio ser y en mi vida- Ahora la corto xq’ se no vas a llegar a la conclusión de q’ soy un tanto mens captus-
Tu levante es genial; realmente me cagué de risa imaginándome al distinguido gentleman marplatense invitándote a dar una vuelta en su yate mientras te acompañaba a tomar un proletarioso colectivo- ¡Ah! si lo llegás a ver de nuevo, decile de mi parte que eso de «gordita» está de más-
Yo no he vivido experiencias tan «excitantes», pero me he topado en la clínica con algunos ejemplares masculinos que no son nada despreciables- Mi último amor (y ésto va en serio, x favor no te rías) es un obstetra de unos 42 años, casado, estatura mediana, robusto (pero no gordito), lomos tipo ropero, canas, cara de sueño + tranquilidad + toda la ternura del mundo- No me veo haciendo el amor con él, o dándole un beso, eso no me llama, pero sí me gustaría colgarme de su cuello o darle la mano y pasarme con él mil siglos charlando o atendiendo algún recién nacido-
Mañana sigo xq ya es muy tarde-
Hoy es 8/11, son las 2 menos cuarto de la madrugada- Como verás siempre me elijo las horas + propicias xa escribirte- Lo q’ pasa es q’ en la clínica hay mucho trabajo, yo me entusiasmo y xa cuando me quiero dar cuenta son las 10 de la noche y todavía estoy allá-
En fin, no sé qué contarte xq’ pronto nos vamos a ver- Soy una tarada xq’ recién ahora me acordé de q’ aparte del ingreso a la facultad, me tendría q’ inscribir- Así q’ esta semana ando boleada tramitando el título de enfermera + la clínica + lo q’ tengo q’ preparar xa ir a Bs As.- Y ahora en vez de dormir, tengo ganas de escribirte, de contarte q’ no tengo nada nuevo xa contar- Simplemente a las 2 de la madrugada me acuerdo de vos… (puaj! y se me va el sueño)- No, en serio, estoy preocupada x varias cosas, xo al mismo tiempo ando feliz, tranquila, como si flotara en una nube… mañana sigo-