Santiago, 18 de marzo de 1991

Queridos ma y pa:
Se acaba de estrenar el otoño, está nublado y muy frío. Pero mi casa esta linda y en el jardín andan saltando dos bichos que deben ser zorzales, aunque son un poquito más bajos que los de allá y están gordísimos. Hay dos pinos, un damasco muy grande, dos árboles que parecen tipo arbusto pero muy altos, con racimitos de flores rosadas que entran por la ventana de mi cuarto. También hay helechos, geranios y varios rosales, además de otras plantas que no sé como se llaman. Por el borde de afuera de la reja hay una cosa que dice Andrés que se llama “oreja de oso”, pero ya le cuento a Natacha en una carta que le escribí, que es verde y no tiene pelos, yo nunca vi un oso con esas orejas.
El viaje fue, digamos que pasable, quiero decir que todo lo bueno que puede ser un viaje horroroso, en Uspallata nos tomamos una pastillita milagrosa de las que llevaba Soledad, asi logramos pasar la cordillera un poco más cómodas que San Martín. Andrés y María José nos esperaban con la casa “funcionando”, compraron heladera, cocina y lavarropas y colchones, los amigos llegaron con frazadas, cacerolas, platos, tazas, cubiertos, sillones de mimbre, una mesa y 6 sillas plegables. En fin, todo funciona hasta que uno se da cuenta en el momento de preparar los fideos, de que no tiene ni colador ni abrelatas, pero son detalles no más.
En cuanto pueda les voy a mandar fotos de la casa, es muy linda.
Soledad está muy contenta, lo primero que hizo fue darse una panzada de mariscos, después fue a elegir un radiograbador con doble cassetera, el sábado por la noche después de hablar con vos, fuimos a una feria artesanal con cosas lindísimas (los aros harían las delicias de Laureana), y finalmente nos dimos otro atracón de mariscos, así conquistamos nuestro merecido descanso después de 22 hs de viaje, los colchones nuevos que son bárbaros, no fueron debidamente apreciados, Soledad y yo hubiéramos dormido igual en una cama de clavos.
Hoy es lunes y vino una señora que me recomendaron para trabajar, me fui corriendo al Jumbo a comprar un escobillón, una pala y esas cosas. Bueno, la vida se va organizando, el miércoles por la tarde Sol tiene su prueba de nivel, después tendré que pensar que voy a hacer yo, si puedo me voy a anotar en la Universidad, ya veré.
Bueno, mandales muchos besos a las tías, en unos días les escribiré a ellas y voy a ir alternando un poquito, no se pongan celosos, las cartas son para todos, si no no me va a alcanzar el tiempo. Los extraño y los quiero mucho.
Cariños a Beba.
Cuidense muchísimo y no peleen con las tías.
Mami, cuando me escribas mandame la dirección del Chino, ¿es Bolivia 366 3°C? tengo miedo de haber dado vuelta un número.
Besos, besos, besos
Los quiero mucho
Mariángela