Abril 11 – 1960
Elba:
Hoy, lunes, ha sido un día de mucho trabajo. El jueves pienso estar en Mar del Plata, de manera que debo adelantar el envío del material que compondrá el número de Vea y Lea, que sale el día 28. No sé si sabrás que la revista debe hacerse con mucha anticipación, debido a que el taller está abarrotado de publicaciones (se hacen 30 revistas, no todas de la editorial).
El próximo Vea y Lea (el que ya habrá aparecido cuando recibas estas líneas) quedó listo a mediados de la semana pasada. Hoy me ocupé del suplemento (que escribe Carlos Selva  Andrade, pero al que hay que corregir, ajustar, poner títulos, escribir epígrafes, cosa que demanda prácticamente un día de trabajo).
El viernes fuí a entrevistar a Alsogaray. No le hice preguntas, pero lo comprometí a responder a un cuestionario que confeccioné también hoy y que tal vez presente mañana. Las preguntitas – imaginate – están hechas con una pizquita de saña y exigen una respuesta concreta. El jefe de redacción y Sutronich opinan que  el cuestionario da en la llaga acerca de los problemas económicos que más nos aflijen.
Pero no todas las entrevistas son tan aburridas. Estuvimos con Isabel Sarli, la cual – como era de esperar – es tan “sexy” como tarada.
En esta mera ocupación (que lleva en mí una necesidad vital… si hasta creo que respira mejor) se escribe mucho – no siempre lo que a uno le gusta -, pero también se habla mucho. El diálogo con los colaboradores y con quienes manejan el negocio editorial (constante búsqueda de la atracción del lector) demandan un gran gasto de tiempo.
Soy de opinión que Vea y Lea es terriblemente impersonal y que es perentorio que se acerque al público que la consume. Hasta el momento priva la opinión de un sector que cree que Vea y Lea debe ser nada más que informativa, y dentro de esa clasificación, informativa de tipo frívolo. Nada de arriesgar, nada de tratar temas serios (excepto Sutronich), nada de decir: “Vea y Lea cree esto… “
Me opuse a la publicación de la nota sobre las monjas de la Orden de Santa Brígida – que sale esta semana – porque lo juzgo sencillamente INMORAL. Pude convencer a quienes mantenían ciertas ambigüedad de conceptos, pero debí claudicar ante este argumento: “No podemos ignorar la importancia comercial que tienen para nosotros las lectoras que componen la grey cristiana.”
No opino como vos respecto del Brutoski y menos de “Los grandes inventos”. Creo que Oski es un dibujante de extraordinario talento, y que César Bruto, tras esa apariencia tan burda alienta un firme propósito de crítica social. Además, son muy buenos humoristas. Recibimos cartas de lectores que confirman esta opinión. Te aseguro que esas secciones son esperadas por mucha gente. Tal vez tu parecer sea muy de maestra… lo comprendo.
Creo, sí, que la página de chistes políticos que firma Haratius es flojísima. Es otro de los candidatos al éxodo.
Creo que “Una paloma en la bruma” sale en el próximo Rosicler.
“Ajeno a Dios” se publicará, pero será más adelante. Creo que recién empiezan la filmación.
En Estampa he vuelto a publicar. El último fue “Un pedazo de piel”, en el número de hoy.
He escrito un cuento serio – “Ritual frente al espejo” – que dudo en mostrártelo porque en él se dicen palabras muy feas, que no puede oir una chica de su casa. (No pongas esa cara que fue un chiste). Lo pienso enviar al concurso de “El grillo de papel”.
En materia de cine estoy de racha. He visto una serie de grandes películas. Te las recomiendo todas: LOS CUATROCIENTOS GOLPES – LA FORTALEZA OCULTA (japonesa) – CENIZAS Y DIAMANTES (polaca), y EL GENERAL DELLA ROVERE. Mañana quizá vea “Un rey en Nueva York”, de Chaplin.
Y apuesto un libro a que después de ver “Los cuatrocientos golpes” no descubres porque se titula así. Claro que no debes trampearme, preguntándole a otro.
Esto que sigue debiera escribirlo con letras en relieve.
Estoy orgulloso de ser amigo de una persona que pone en el desempeño de su función tan elocuente dosis de idoneidad. Admiro tu respeto por el prójimo, tu valentía para afrontar los serios problemas a que te enfrenta tu profesión, la honradez que pones de manifiesto en su logro.
Los resultados generalmente estan condicionados al afan y al talento con que se emprende la misión. Lo importante es creer en uno, creer que uno está en el verdadero camino. Nada de lo que se haga entonces podrá redundar en perjuicio de los demás.
No quiero hacer frases bonitas, pero en la película “El general delle Rovere” escuché una que es definitoria del concepto que quiero expresarte: “Cuando no sepas cuál es el camino de la verdad, elige siempre el más difícil.”
Tu camino no es cómodo, es difícil.
No puede ser malo.
Imagino las dificultades que tendrás frente a esos chicos tan indispuestos – físicamente – a la educación. Piensa que ellos ven en tu esfuerzo la posibilidad de alcanzar el nivel de ser semejantes. Nada tan digno, nada más elogiable.
Un beso para la buena maestra.
Y una manzana…
Ultimamente he leído bastante.
“Nudo de víbora”, de Francois Mauriac. Un digno estudio de la personalidad de un avaro, pero literalmente chato.
“El huésped”, de Margarita Aguirre. Me pareció bueno. En pocos pasajes logra comunicar el drama del muchachito desvalido.
“Noche”, de Erica Verissimo. Crudo y a veces gratuítamente. El clima de obsesión es para maestros como Faulkner o Allan Poe, no para Verissimo.
“El día de los trífidos”, no recuerdo el autor. Una muy buena obra de ciencia-ficción (a la que no hay que buscar virtudes estéticas). Pero apasionante de verdad.
“El diablo en el cuerpo”, de Raymond Radignet (tema del film “El diablo y la dama”, obra maestra del cine francés, con Gerard Phillipe y Micheline Presle). Una pequeña joya de literatura romántica.
Actualmente leo “Las cuitas de Werther”, de Goethe. Y después seguiré con “Los dueños de la tierra”, de David Viñas.
Tenía muchas ganas de pasar semana santa en Tandil, pero ocurre que yo tambien ando “escaso de fondos” y como en Mar del Plata tengo parientes, pues me sale baratísimo. De todos modos, y cuando menos lo pienses, tocaré el timbre de tu casa y vos deberás ir corriendo a buscar las sales.
¿Así que votaste por el P.S.D.? ¡Para matarte! Son más conservadores que Cueto Rúa. Yo lo hice por el P.S.A., en donde milita la juventud socialista (con Ratendorf a la cabeza). Vos, en cambio, apoyaste a Jacinto W. Ghioldi y a Jacinto W. Repetto ¿Qué te dió por ahi? ¡Estas mujeres…!
Dale mis saludos a tus familiares, incluso a Emilse, a pesar del odio que nos profesamos.
Hasta la próxima; 
Norberto