Junio 22 – 1960
Elba:
Aunque te parezca que exagero, solo ahora, después de unos cuantos días, dispongo de un rato de tiempo para disfrutar a gusto. Voy a hacer un rápido (y breve, no temas) recuento de mis actividades. 
1- Me llamaron de la Caja de Ahorro para escribir una nota sobre el sistema monetario en tiempos de revolución. Cosa por demás cómica, ya que mientras yo era empleado de ellos nunca conseguí escribir en “Ahorro”. Ahora que me tienen que pagar, me llaman. 
2- Marazzi, que últimamente se dedica a la producción de fotonovelas, me pidió le hiciera un guión. Además lo ayudé en la dirección, cosa que insume bastante tiempo. 
3- Tuve que oficiarles de crítico de teatro, para lo cual debí soportar unas obritas francamente decepcionantes. Vi “Rómulo Magno”, de Dunrematt, “Alto Perú”, de Andrés Lizarraga (autor nacional de moda), y “La maquina de sumar”, de Elmer Rice.
4-En la revista aun no hemos salido de la dificultad ocasionada por la muerte de Emilio Ramírez. (Dificultad administrativo- económica).
5- Siria Poletti, una buena escritora italiana radicada entre nosotros, me pidió que le leyera su primera novela, que presentará al concurso de Fabril Editora. Hubo reuniones, polémicas y agudas discrepancias. Todo ello me hizo perder unas cuantas horas de descanso.
6- Estoy leyendo a todo trapo para que “Libros que viven” no caiga en sus frecuentes pagos. En el próximo número daremos “El largo sueño”, de Wright (“Sangre negra”), un libro muy interesante. Además de todo esto, estoy muy entusiasmado escribiendo un cuento serio – “Los techos calientes” – que te haré llegar apenas lo termine. Hace más de 15 días que estoy trabajando en él.
Me alegra que hayas visto “Hiroshima…” Yo acabo de verla nuevamente. Estoy convencido que es la película más importante (desde el punto de vista artístico-social) de cuanta he visto hasta ahora.
Es evidente, también, que escapa a la comprensión del 50% del público. La gente se ríe, se va, hace comentarios idiotas, no la entiende. Está por encima de la capacidad de captación de nuestro espectador-tipo. En general, la opinión de las mujeres es desesperante. Muchas, imbuidas de un notable sentido de lo snob, simulan haberse impresionado, pero es fácil advertir cuánto hay de falsedad en su juicio. Sobre todo porque “Hiroshima…”, como un poema, no es para comprender sino para sentir.
“Los cuatrocientos golpes”. Nada de evasivas… Decir “la mil y una” no es lo mismo que decir “las setecientas sesenta”. La expresión “mil y una” tiene valor idiomático. Algo similar pasó con la película “Cuatro pasos en las nubes”, cuyo título no se explica si no se conoce que esa expresión tiene en italiano el valor que para nosotros tiene “estar en babia”.
Creo que no hemos aportado nada preciso, pero eso no importa tanto como reconocerme ganador.
Fui a ver “Orfeo negro”. Un magnífico documental, muy pero muy bien fotografiado.
Vi también “Laberinto”, con parecidos hallazgos artísticos, pero flojísima en su temática.
La sección “Libros que viven” la hace una señora Haydée Torres, doctora en historia, cuya opinión sobre la inutilidad de los resúmenes coincide con la mía.
Martha Celia Firpo es prima mía. Y a pesar de todo creo que es una buena poetisa.
Es realmente lamentable (y va toda mi sinceridad en esto) que ciertos temas no lo podamos tratar personalmente. El asunto “divorcio” no puede ser analizado tan espaciadamente. Yo quisiera hacerte preguntas y no es el caso esperar la respuesta durante varios días.
¿Cuando te haces una escapada para Buenos Aires? Creo que en un par de días, bien aprovechados, podríamos remojar nuestro recuerdo y dilucidar tantas cuestiones que han quedado en el aire. E inclusive, ver algunas películas que puedan borrar el recuerdo que te habrá dejado aquel convirte a “En ropa de noche”
Saluda a tus familiares
Norberto