Junio 28- 1959
Elba: 
Estamos saliendo a flote del trance que sobrellevamos desde el viernes 12. Mi padre, aun cuando muy disminuído -físico y espiritualmente- se halla mejor, bastante mejor. Su presión que llegó a ser de 6, está ahora en 13. La temperatura es normal. El médico le permitió ya retoma rel ritmo normal de comidas. 
Está, como te digo, extremadamente desanimado. Apenas habla con nosotros y con quienes lo visitan. En rigor, lo que más lo entretiene es la televisión. (Desgraciadamente los programas son malos en un 80 por ciento. Y las tandas de avisos, interminables.)
Yo aun no me he reincorporado a la Caja. No he vuelto más. Mañana es lunes y espero ir para ver cual es mi situación. Entiendo que hay mucho personal suspendido o cesante. Me han hablado algunos compañeros con bastante optimismo, informándome acerca de cómo fué que se levantó la huelga. Demás está decir que en nada condice con las palabras que tú transcribes y que aparecieron en un diario de allí. Aquí, en círculos gremiales, se habla del triunfo de la huelga, ya que la mediación del presidente del bloque de senadores, Dr Melani, fué anterior al gremio que por radio hizo el secretario del gremio, Armando Castillo. Naturalmente, no fué Frondizi quien inspiró este arreglo, sino las presiones que últimamente ha venido soportando. El tiempo dirá cuanto de fidedigno hay en esta vox-populi que circula entre los bancarios. Por ahora, Melani no ha hecho nada y los cesantes siguen siendo cesantes. 
Completamente de acuerdo con tu veredicto sobre “Tema para un cuento”. Es de una intrascendencia capital. Pero estoy en desacuerdo con lo que dices respecto de “Operación tío”. No creo que ni remotamente sea uno de mis mejores cuentos policiales. Y sigo pensando de esa manera, pese a que en general tuvo un eco muy favorable entre la gente que me hace llegar sus críticas. 
Estimo, si, que “Tango hermano”, que me publicarán pronto en “Vea y lea”, está a la altura de “Crimen a secas” o “El suicidio perfecto”, que creo que son los mejores, según opinión personal. (“Crimen a secas” quizá no lo recuerdes porque fué publicado en junio de 1954).
“No es tiempo para poetas” quedó trunco raíz de lo sucedido a mi padre. Pero posteriormente no he podido reanudarlo pues Marazzi y yo debemos cumplir con unos encargos de la editorial Ramírez. No sé si te dije que esta gente lanza una nueva revista (“Rosicler”, semanal, 4 pesos) y para la que llevamos escritas -y aprobadas- cinco cinenovelas.
En uno de los próximos “Damas y damitas” aparecerá “Tiempo de cenizas”, cinenovela de unos 70 cuadros.
Actualmente. escrito “Adiós a las luces”, también para “Rosicler”, que publicará en cada número un cuento largo. Creo que es un lindo tema, aún cuando me está saliendo demasiado filosófico, es decir, con pocas alternativas. 
Con Ana María Ponce nos hemos cruzado unas cartas inmensamente largas. Ella me ha remitido tres cuentos suyos, uno de los cuales es casi tan bueno como “El condenado”. Tiene una línea literaria clara y de tipo “realista”. Escribe con franqueza sobre temas que siento como propios. Según me ha dicho, es asistente social, y uno de sus cuentos trata sobre un hogar de huérfanos. 
Escribe bien, pero tiene un grave defecto: cree “demasiado” en Dios. Y se transluce en cada una de sus obras ese afán por introducir a Dios en los problemas humanos. Y sabemos bien lo incompatible que es el Todopoderoso en estas cuestiones. 
Creo que recuerdas mal sobre cierto juicio acerca de la película “Los Vikingos”. No pude haberte hablado de ella porque yo no la ví. Tampoco vi “Mon petit”, a quien algunos amigos consideraban melodramática y hasta cursi. Personalmente, opino que Romy Schneider es una pésima actriz. 
Tal vez esta semana vea “Los tramposos”, de Carné, francesa, que viene precedida por muy buen comentario. He visto “Redadas en la ciudad” -porque tuve que hacer tiempo en el centro- y a pesar que tiene acción, no es una película que valga los 25 que cobran en boletería. Es francesa; trabaja Charles Vanel (“El salario del miedo”).
Pese a lo profano que soy en materia educacional, me arriesgo a emitir una opinión sobre uno de los temas de polémica que están ustedes tratando. 
Pienso que la orientación vocacional de un muchacho no debe ejercitarse en el aula, en un curso que depare dos o tres años, como allí planean. Pienso que para algo existe *-o existió- un ciclo básico, jalonado de vacuidades, sin más razón que tomar el de tornar pesado o inconstructivo el primer período de estudios secundarios. Creo que en esa etapa, sobre la marcha y mientras conocimientos concretos integran la inteligencia del alumno, es cuando se debe introducir -insertar diría- el aliento que contribuye a su definición.
Me pregunto por qué la enseñanza media es tan global, tan poco efectiva y tan escasamente práctica, que al cabo, de ella se halla uno absolutamente desorientado y con un cúmulo de conocimientos que por su vaguedad contribuyen a confundirlo y a equivocarlo. Por qué no se extirpan de ella las materias que por su índole no tienden al desarrollo formativo del alumno, y en su reemplazo porque no se habilita a un personal docente apto para el trabajo de valorar la tendencia vocacional del secundario. 
Yo también podría extenderme en todo aquello que considero errores del planeamiento educacional. Espero, antes, que me expliques lo que yo no puedo, porque estoy completamente desvinculado de todo lo que significa enseñanza.
Perfectamente compenetrado de la dualidad de tu pensamiento (Elba Funes- Dorothea Gianibelli), estimo que lo mejor es esperar a que las cosas sucedan (si es que alguna vez suceden). Por mi parte, ni quiero preguntarme de lo que pensaré el día tú me digas: “Norberto he conocido a Epifanio Gauna, un muchacho maravilloso, estupendo, cordial y soltero. De manera, Norberto, que… “ Y entonces, como corresponde a un caballero, yo iré a Tandil a devolverte todas las cartas. Ah, me olvidaba!, y el conejo.
Una cosa trae la otra. Ahora me acuerdo que ya le escribí al señor Alfredo Dhers. No hace falta que lo veas.
Hasta pronto. 
Norberto.