Elba: estoy bastante sorprendido por la parquedad de tu mensaje. ¿Dije algo inconveniente? Pido disculpas si cometí alguna incorrección, sí escribí algo impropio que no te cayó bien. Me surgen preguntas para las que no encuentro respuesta. ¿Por qué te ha costado «reanudar este intercambio»? ¿A qué se debe tu presunción de que quizá te estás interponiendo «en mis actividades»? (Por favor, «mis actividades» no son tan importantes.) ¿A qué te referís cuando mencionás «actos de apresuramiento? En fin, no entiendo. Todo muy hermético.
Últimamente, «mis actividades» están un poco suspendidas, un poco postergadas, y por voluntad propia. La historia de mi novela me pone en trance de no atinar a reflejar literariamente lo que el relato y los personajes me exigen. Me ha pasado otras veces y me sentí en la obligación de abandonar temporariamente el proyecto. Por otra parte, me puse a escribir un artículo (quizá parta Clarín) basado en una idea que me anda revoloteando desde hace raro. La idea es satírica y propone que para ejercer la política no necesariamente hay que ser corrupto, ni aspirar a serlo. Para ser político es indispensable acreditar caradurez, tener dotes de caradura. La historia reciente del país -de Menem a hoy- revela con elocuencia que los políticos más exitosos han sido, salvo excepciones, flor de caraduras, siempre prestos a estafar a la ciudadanía, a burlarse de sus correligionarios.
Me he pasado bastante tiempo en encuentros informales en los que el (?) predominante. Una fuente confiable me chimenta que el macrismo teme (?) deba rendir cuentas a la justicia y pueda ir presa. Teóricamente, opinan (?) libre y haciendo lo que hace porque así el peronismo se mantiene «feliz (?), en cambio, con la ex fuera de combate, los peronistas no kirchneristas se (?) un liderazgo que resultaría verdaderamente temible -con miras a las (?) el oficialismo.
Ayer, el tandilense Del Potro me llenó de felicidad, me produjo una gran (?) apostura de crack serio, de deportista cabal, para nada arrogante.
Me gustaría mucho saber cómo anda tu brazo, pero supedito este deseo (?) continuar/reanudar este diálogo. Cariños, N.