PARA EDDIE 
(aunque no lo va a leer jamás)
Te mantuvieron sin sentido. Todo lo que luchaste fué inútil. Y el esfuerzo fué demasiado grande para un cuerpo tan chiquito y con pocas fuerzas. Pero en un momento conseguiste toda esa fuerza que lo único que hizo fue atrasar tu muerte, que no te ahorró sufrimientos, pero que permitió, por lo menos, que tus papás estuviesen un tiempo con vos. 
Fuiste demasiado desgraciado. Demasiado agredido. Y toda esa agresión te lanzó el sufrimiento hasta ayer. 
No sabías reírte. Quizás, si después de ésta hay otra vida, estés aprendiendo. Quizás tus ojos hoy tengan un brillo nuevo. Pero todo ésto me consuela poco. Martincho
Porque tu vida en la tierra fue un constante sufrimiento sin sentido. 
Vos no habías hecho nada malo pero el destino estaría de mal humor cuando vos comenzaste a gestarte, junto con Julián en el vientre de tu mamá. 
FUE UNA INJUSTICIA QUE SUFRIESES TANTO-Martín, Martín Ramón Alvarez Chau. Adiós. No me voy a olvidar jamás de vos. De tus ojos tristes y de tus piernitas flacas. Y de esa sonrisa tan pero tan triste que uno no sabía si reías o te quejabas. 
Chau. Dormí en paz un sueño lleno de flores y mariposas. Y de alegría.
PÍA – 15-7-78