Chica madre,
Gracias por quererme y mas aun por perdonarme gracias por llamarme y por aceptarme.
Tu voz en la distancia llenó mi alma de dicha al saber que aún te tengo por lo tanto, mi alma cuídate, deja que Dios me ampare y deja de preocuparte y asi disfrutar lo que te has ganado! Todo sigue aquí bien y sabiendome querida me cuidare aun mas para no causarles heridas. Dios, que fortuna la mia de haber sido comprendida, cuando creí que todos los puentes mi accion había destruido!.. (esto trató de ser una poema) A todos y cada uno mi corazon totalmente desnudo de todo resentimiento, haciendome vulnerable a lo que quieran pensar o decirme, con tal de que sepan que los quiero…
Vuestra siempre
Rosetta