Queridísimos todos,
desde este edénico lugar,
donde “senza misa o cunto” estamos junto a Felipa, pasando 5 breves e
inolvidables días rodeados de un lujo como ni siquiera he visto en Las
Vegas, en el Hotel que intercambié con el de “Papa y Mamá” de Lake
Tahoe (ya que a fin de este año se usaba o perdía mi semana de turno)
deseando tan, tan fervientemente poderlo compartir con todos mis seres
queridos, mando junto a mi amiga un emocionado y esperanzado “hasta
luego”.
Vuestra
Siempre
Rosetta

