Marzo 14 de 1932

Monada mía: 

Hoy es el día más feliz de mi vida. He aprobado la materia más difícil de la carrera y puedo dedicarme, como eran mis deseos, a prestarte toda mi atención y adoración. 

Tienes que estar tan alegre como yo, por el tiempo que he obtenido, puedo ello significa ser virtualmente Dentista. 

El haber salido bien en esta materia, me permite, sin jactancia, darme el título de persona inteligente, porque te dire que fui bautizado por los muchachos, con el nombre del “(¿?) de los buenos” y eso de haberla salvado de primera intención habla mucho en mi favor ¿No es cierto?

¿Pobre mi Bichito está enojadita conmigo? ¡Pero si yo lo quiero tanto! ¡Si yo realmente te adoro y eso es lo que a mí me lleva a preocuparme, tal vez en demasía, de las materias que rindo, porque no quisiera nunca darte una mala noticia, no quisiera nunca fracasar! Yo me debo a vos y por todos los medios me encuentro obligado a responder a la confianza que me has depositado y debo triunfar, para ofrecerte mi vida y tener contenta y hacerte feliz. 

¡Si supieras todos los sacrificios intelectuales y (¿?) lo que ha costado esta materia! No tenía un momento disponible. Con decirte que casi no tenía tiempo para afeitarme, te digo todo. 

Me veía, por esa circunstancia, forzado a escribirte cartas raquíticas y sólo me limitaba a contarte lo que te adoro y lo que te extraño. No tenía tiempo de explayarme analizando mi cariño y estado de espíritu por tu ausencia. Me conformaba, forzosamente, en hacerte llegar la verdad de mi amor por la (¿?) más querida de la tierra. No tenía tiempo para más ¿No sabes que en esta materia me jugaba el año? Si no la aprobaba me hubiera visto apretado y quizás no hubiera conseguido salir airoso porque, como es natural, el concurrir a la Facultad insume mucho tiempo y preocupaciones que lo obligan a no poder prestar la atención debido a una asignatura básica, como es esta. 

Hoy, que estoy tranquilo y satisfecho, verás vos como es tu maridito de cariñoso y todo lo entusiasmado que está en su Bichi. 

Llegué tan abatatado a casa que en un principio, la lectura de tu querida cartita, me hizo transpirar porque entendí, que no habías recibido carta mía. Recién al llegar al tema de las zapatillas, me di por enterado. Yo me preguntaba cuál seria la causa de tu enojito y no caía. 

Y resulta que mi Bichi adorada, estaba resentidísima con su marido estudioso. Y me achaca de poco entusiasmado y poco cariñoso, cuando en realidad estoy loquito de cariño, decidido a vencer sólo por vos, para que seas la mujercita más feliz de la tierra y para que te sientas chochita de mi y digas orgullosa: este es mi marido. 

Me falta una cosita muy linda, que se llama “Bichito querido”, que me lo traen el domingo. 

Después, un empleito y ¿que pasa? el maridito que la adora, se casará con la mujercita preciosa y terminarán como los cuentos de príncipes siendo muy felices y con muchos chiquitos. 

¿Le gusta Bichi? Unos días más solito y a fin de semana el maridito la vé de nuevo y es feliz, porque realmente será una dicha ese día. Tenerte conmigo, mirarte, hacerte caricitas y decirte que te adoro. ¡Qué programa más divino! Mira que hace tiempo que (¿?) realmente estar a tu lado, porque te adoro de veras, porque te extraño lo indecible  y porque me gustas con locura, con toda mi alma. Porque yo no vivo sin vos, sos todo para mí, por todo lo lindo: la alegría, la dicha, la felicidad, sos también mi esperanza y mi ilusión ¡Que chocho cuando te vea! ¡Cuantas ganitas de darte muchos besitos juntos! Seguro que voy a estar abatadito de contento ¡Va a ser una emoción tan grande y tan sublime!

Fijate las ganitas que tendré de verte, que todos estos días que iba a lo de Lombardi, despues del almuerzo, durante el viaje de el subterráneo, iba con los ojos cerrados para verte mejor, completamente abstraído de todo el mundo, para estar solamente con vos y poder soñarte como sos, encantadora. 

Yo te quiero Bichi, te juro que re adoro con toda mi alma. 

Yo siento la necesidad de decirte que mi vida no tendría alicientes si vos no le prestaras tu concurso. Que sería completamente insulsa, sin objetivo alguno. Que yo no puedo apartarme de vos, porque te adoro, y así, como ahora, yo te querré siempre, con toda mi alma. Su maridito está triste y avergonzadito porque su mujercita le dice que no esta entusiasmado con ella y porque lo reta despiadadamente. 

Si supieras todo lo entusiasmado que estoy, (?) de abatatarte y en qué forma, una cosa horrible, de tener días enteros la cabeza agachada ¡Pobrecita me da lástima! Levanta la cabecita, la perdono esta vez ¡Pero cuidadito con volver a decir eso! De lo contrario su maridito no le hará ningún mimito. ¿Sabe malvada?

¿Llorita Bichi porque su maridito está enojadito? 

Bromitas, Bichi preciosa, su marido la adora y no puede mal imponerse con la Chiquita querida y queridita del mundo. Lo que ocurre aqui es que su (¿?) esta deseando verla y hasta que no la vea va a estar enojada y rezongona. 

¡Te das cuenta que el domingo a la noche voy a estar con vos! ¿No te suena a alegría, a felicidad? Yo nunca me he olvidado de lo lindo que es estar pegadito a mi preciosa, de (¿?) estar con su maridito. 

¡A mi me gusta tanto ayudarla a andar llevándola!

Tan precioso es que yo tampoco camino libre si no es del bracito de mi almita ¡Y esa carita tan preciosa que tiene ella!

¿Viste? Un ataque de choches ¿que quiere decir? Que su maridito esta enamoradisimo y que usted le gusta mucho. 

No vivo más que pensando en vos porque te adoro, porque me haces feliz con tu cariño y me dices que me falta entusiasmo ¿Verdad que es cuento Bichito? ¿Que lo dijiste en broma?

¿No es cierto que mi almita sabe que la adoro? ¿Que si no la adorara no me preocuparía del éxito de mis exámenes, ni tampoco de tenerla contenta? ¿No ves con todo eso que te adoro de verdad y solo deseo cada día ser más digno de tu cariño? ¿Que hay lugar para que tengas fé en mi y no dejes librado todo a la casualidad? ¿Acaso no le (?) teniendo de compañera una mujercita que como vos es capaz de despertar energías y (?)?

No sabes que para mi vos sos mi ídola ¿Que haré entonces para que siempre me sea propicio? Hasta el sacrificio llegaría, para saberte feliz, para tenerte contenta, para que nunca tengas nada que reprocharme, que no sea cariño, cariño entrañable y constante dedicación, porque yo te adoro mi almita y ambiciono lo mejor del mundo. Por eso yo quiero merecer la dicha de ser lo mejor del mundo para vos y para ello es necesario que dedique mis mejores esfuerzos a la consecución y afianzamiento de todas aquellas esperanzas y ambiciones que he soñado a tu lado y que tan halagüeño porvenir entrañan. Yo quiero ser perfecto para ofrecerme perfecto a mi mujercita enamorada. Y te advierto que en gran parte lo he conseguido desde que tuve la dicha de conocerte. Me entró un deseo tan grande de mejorarme, de rectificar mi vida y consolidarla para siempre merecerte, que ese día, bien puedo decir, que marcó la etapa decisiva de mi existencia. Sos el bien para mí y por eso te adoro con locura y solo deseo darte la felicidad a que sos acreedora, que es inmensa por cierto. 

¡Que lindo cuando estemos casaditos y te haga feliz así como yo quiero! ¡Que contento voy a estar!

¡Si yo te adoro Bichi, no me digas mas que me falta entusiasmo! Voy a verme  obligado a decirle que es mentirosita y eso es muy feúcho entre chiquititos que se quieren tanto como nosotros. 

Cada vez tengo más motivos para adorarte con más fuerzas y así suceda, por mi fé te lo juro. 

Sos una maravilla, un encanto. No hay dos mujeres como vos en el mundo. Si todas fueran como vos, no habrían desdichas en el mundo. Estoy tan seguro de ello por lo que yo siento, por todo lo feliz que me hace tu cariño tan grande. 

Sos una mujercita preciosa y tan mujercita que estoy chochito de solo pensar en toda la dicha que me espera a tu lado. 

¿Viste, ahora que estoy tranquilo cómo te escribo de lindo?

Claro ahora puedo dedicarme en absoluto a mimarla a Bichin y a contarlo con todo detalle todo lo que la quiero y todo que es para mí. Antes no podía hacerlo porque en verdad, no tenía tiempo. Figurate que me levantaba a las seis y media de la mañana y estudiaba hasta las doce y media. Almorzaba corriendo y me iba para regresar recién a las nueve de la noche. Te imaginarás entonces que apenas tenía una hora más o menos tranquila y digo más o menos porque me tenía preocupado el estudio. Llegaba a casa bastante cansado por cierto. Mis únicas satisfacciones eran tus cartas queridas y en contra de mi voluntad, no podía siquiera extenderme en las mías como eran mis deseos. No era falta de entusiasmo Bichi. Yo sé todo lo que te quiero y en este caso puede juzgarme.

Te adoro con mi alma

Tito