Marzo 25 de 1933

Querida Mamocha: 

Cuando llegó tu cartita yo estaba todavía en la cama. Me gustó mucho el leer la palabra “Doctor” que adornaba el sobre. Yo siempre pensaba que a eso de señor, le faltaba imperiosamente ir acompañado del nombre “Doctor” y fuiste en la primera, como indudablemente correspondía, que tuvo la alegría de escribirlo.-

Roque me va a mandar a hacer tarjetas.- Hoy hablé con Hugo y se puso muy contento con la noticia y lo mismo que Chila, me auguran mucha suerte. 

Mamocha preciosa y querida, tu cartita me dio alegría porque temía no tener hoy noticias tuyas y hubiera sido triste para mí que por un té con amigas no participaras de mi gran alegría escribiéndome y contándome la dicha que para vos significaba el que yo hubiera obtenido mi título. 

Recién ahora, que ya han pasado 24 horas de mi examen, me doy cuenta exacto del enorme peso que me he sacado de encima y de la felicidad de haber terminado mis estudios. 

Mi vida, solo quedan cinco días para estar con vos. Como nunca me ha parecido enorme esta separación y hoy con mayor motivo, ansío verte para darte la oportunidad de tu felicitación personal- ¡Te imaginas lo lindo que va a ser! Yo te quiero tantísimo mi almita adorada que deseaba con toda mi alma darte la satisfacción que ya has experimentado

Ahora ya sos la mujercita de un (¿?) dentista y que te adora mucho y que quiere hacerte muy feliz. 

Decile a Maria Cribelli que su casa me dio suerte. Yo estaba en ella muy satisfecho y contento y la circunstancia apuntada no podía dejar de ser un augurio de lo que pasó. Te advierto mi querida que ahora más que nunca soy un católico ferviente y como mi padre, todo acto que emprenda, me enconmendaré a Dios para que con su ayuda me guíe y me haga triunfar. 

Los creyentes, los que tienen fe en Dios, son las personas mas naturales del mundo, los fracasos no lo amilanan, ni los éxitos lo enorgullecen. Encuentran en ellos una justificación de su actos y ven en ellos -en los actos y sus consecuencias- la mano de Dios que indica lo que ha de ser para uno lo mejor. 

Estoy encantado de tener fe y por eso, (¿?) por supuesto de la alegría que me proporciona el haberme recibido, no estoy orgulloso. Me parece ello muy natural. 

Mi Bochita querida yo te adoro con toda mi alma y estoy loco de contento por haber podido cumplir con lo que me pediste, de recibirme en Mayo. Hubiera sido doloroso para mi que asi no hubiera acontecido. Pasé una semana horrible mi Bochita, constantemente preocupado y obsesionado por la aprobación de mi examen. No hacia mas que pensar en lo desagradable de mi situación ante vos y tus padres. Fué una semana terrible mi Bochita, que no desearía volver a pasar. El factor de orden moral era obsesivamente e insoportable: yo pensaba, si no apruebo que hago, cómo se lo digo. En fin, te puedes imaginar mi estado de animo perfectamente.

Pero gracias a Dios pude satisfacer mi íntimo deseo y darte esa inmensa alegría a que eras acreedora. 

Es la primer gran satisfacción de mi vida que pudiste participar ampliamente y verás que con el correr del tiempo, si Dios lo permite, te daré muchas más. Lo que yo ansío, una vez casadito, es poderte dar las comodidades que mereces porque quiero hacerte completamente feliz a mi lado. 

Con la adoración que te tengo, toda preocupación de bienestar es poca, mi Bichito lindo.

Un besito fuerte, fuerte- 

Tito