Febrero 26 de 1932

Querida Bebita:

No debes interpretar mi carta anterior como un resultado de una reacción del amor propio, ni como falta de cariño, sino sencillamente dictada por la pena de verme imposibilitado, por causas ajenas a mi voluntad, de ser el hombre más feliz de la tierra casándome con vos, a quien yo adoro y muero por sobre todas las cosas. 

Confío no obstante tener éxito en esta tentativa,

Vos sabes que Ramón, tu tío, me estima y va a empecinarse verdaderamente, en ayudarme. 

Yo te hablé de la necesidad imperiosa de un empleo, no sólo para costearme mis estudios, sino también por la situación poco airosa ante tu papá, puesto que es necesario formalizar cuando antes nuestras relaciones desde que son mis deseos no perpetuarme como novio. 

También le dije de las causas a que yo atribuía mi poca suerte en mis gestiones y que en consecuencia, yo sólo, por mis propios medios, no iba a conseguir nada. Que por ese motivo iba a molestarlo, porque él me conoce y sobre todo, por la amistad que lo une aa Doctor Sussini, y podría decirle claramente que proponga cualquier (¿?) político, a la necesidad de hacer bien. 

Ya ves, mi Bichi querida hasta donde he ido. Solo porque te quiero con toda mi alma y deseo casarme cuanto antes. 

No quiero que tomes mi anterior, repito, como un desamor, sino como que me dejé llevar por la primera impresión que me produjo la tuya.

Yo te adoro de verdad mi Bichito querido y no es que yo no haya comprendido que estabas afligida y deseabas desahogarte contandomelo a mi. Lo que paso es que como decías verdad, yo también me sentí alcanzado y refleje en esa carta, la tristeza. 

Ni dices bien, cuando te olvidas que yo, en la mentada carta ya te daba noticias de mi entrevista con (¿?), había ido a verlo por la mañana, para poder contarte algo bueno a vuelta de correo. 

Asi que ya ves mi Bichito lindo que yo te hice ver las cosas “más claritas”. 

Lo que te ha acontecido a vos, lo mismo que a mi, es que nos hemos dejado llevar por la parte “fea” ¿No es cierto?

Pero ya pasó, te quiero como siempre, con toda mi alma y también como vos, estoy deseando que pasen estos días para verte, tratar en toda forma de no separarnos más. 

El año es largo y pueden venir cosas favorables para los dos, y realizar así nuestro querido sueño.

Vos sabes bien, mi “musita” preciosa, que yo no podria vivir sin tu cariño y esa es una acicate para que por todas las medidas a mi alcance, trate de casarme con mi mujercita querida y verás vos que tendré éxito. 

A esta altura, creo que mi “nenita preciada” se habrá convencido que su “maridito” la quiere como siempre y por eso se siente capaz de hacerla feliz. 

En la fotografía -digo fotografía porque hago exclusión de las demás- estás preciosisima también. Me parece como si estuviera a tu lado, tan igualita has salido. 

¿Quieres mucho a tu maridito Bichi? ¿Lo recuerdas siempre y tienes deseo de verlo? Bichito me dirá: Sí, sí muchito.

¡Mi alma, de veras que tengo ganas de verte y de besarte y de tocarte! Y qué se yo cuantas cosas más. 

Espero que para la próxima haya encontrado lo que me vas a mandar de despedida. Yo como siempre la tengo a mano y te beso, fuerte, fuerte y te adoro

Tito

Y faltarán 3 domingos

Te quiero con mi alma y te extraño,

Tito

¿Porque no le mandas un besito a su (?) querido? ¿Te gustaría darle un besito a (?)

Te adoro, te adoro, te adoro

Mamita les agradece el recuerdo que hay tenido para (¿?)