Ibiza 23-4-80
¡Queridos amigos!
Espero que al recibo de la presente carta se encuentren bien. Yo de momento estoy bien gracias a Dios.
Tienen que perdonar que no les haya escrito antes, pero es que en los primeros días si les digo la verdad no tenia ganas de hacer nada, pués llegué bastante amorriñado y la vida aquí los primeros dias se me hizo bastante dura, no porque me trataran mal, sino todo lo contrario, porque coincidió con las vacaciones de Semana Santa y no hacia nada, solo pensar en lo que había dejado ahí, los padres, la novia y los amigos, pués cuando está uno en un sitio como este, no se olvida de nadie; yo me acordaba hasta de los perros. Pero bueno, ahora ya volvimos al ritmo de antes y todo se hace más llevadero. En la oficina está ahora conmigo mi chico de Santander y el trabajo lo hacemos entre los dos, y cuando no tenemos trabajo pués hablamos el uno con el otro, o escribimos cartas, que hay tiempo para todo. 
Tengo que darles las gracias de parte de mi primo Toño y de mi amigo Domingo, por el queso que me ha traido. Me decía mi madre cuando me vine que habia que comerlo pronto porque sino se estropeaba, pero ellos no le dieron tiempo a que se estropeara no, pués en dos dias ya se lo habían acabado; me decian que comían queso a la mañana al mediodía y a la noche, pués según ellos estaba riquisimo. Yo no lo comí porque como ustedes sabrán a mi no me gusta. De todas formas, repito, muchas gracias.
Por aquí el tiempo es bastante bueno y para el Domingo si no tengo servicio y el tiempo no cambia iré a la playa que por aquí estos días ya va mucha gente. 
Me dicen mis padres en su carta que ya echaron la patatas; supongo que las suyas las echarían también. A ellos parece ser que les fue a ayudar bastante gente, cosa que me alegra y quiero que sepan que les estoy muy agradecido a todos por todas las atenciones que tienen conmigo y con los mios; es un favor que no se paga con nada del mundo. Yo lo único que siento es no poder estar ahí junto a ustedes, pero ya sé que por lo menos por este año no me queda más remedio que aguantarme:
Ahora solo me queda despedirme de ustedes, hasta la próxima. Solo pedirles que se cuiden todo lo más que puedan. Nada más.
Un fuerte abrazo de quien los recuerda.
Toño

Sra. Da. Consuelo Blanco Alvarez
Pontevedra