(Fragmento de una carta sin fecha)

A cualquier bulla que haya pueden darme un susto por la casa o por cualquiera otra cosa, ya ves que después de Dios no hay quien hable por nosotros, todos desterrados; a Pérez, que podía hacer algo por nosotros, no lo pueden ver y se ha escapado de que lo destierren con los vocales; anduvieron voces que Fr. Cayetano salía desterrado y el Dr. Ruiz, por amigos tuyos, a ellos mismos se lo han dicho. El día 15 de este mes me mandaron llamar tus tías para darme noticias tuyas, porque entró un barco y el capitán habló con el inglés que vive en lo de tu abuela (la noticia es ésta) que el 20 de marzo los encontró ocho grados de la Línea al Norte, que habían tenido una calma de treinta días y hacía cuatro días que te pasaste a «La Fama»; que el día que te separaste de Ramsay te dio un convite y vos le regalaste a él y a cuatro oficiales unas medallas de Fernando VII de oro, y le encargaste a Ramsay que si encontraba algún barco diera noticia de que ibas bueno; de lo que me alegro infinito; pero siento por la incomodidad que habrás tenido en un viaje tan largo y la escasez de ropa y comida que habrás sufrido: Ramsay escribe a unos ingleses avisándoles el regalo que les hiciste de las medallas, por lo que infiero que habrá quedado muy contento, avísame si es verdad todo lo que me han dicho; nuestro Marianito se acuerda mucho de vos, un día se puso muy enojado conmigo porque lo he retirado de la escuela mientras sane bien y para evitar que le dé fruta la hija de la maestra; le dijo a la Marcela que yo quería que se críe como Camilucho sin saber leer ni escribir y así no podría escribirte.

Te manda muchas memorias, y dice que no ve la hora de abrazarte y besarte: reciban vos y Manuel memorias de tu madre, hermanas, abuela, tías y la Marcela y no te olvides de mí, Dios nos dé vida para que nos veamos cuanto antes, adiós, mi amado Moreno, tu mujer que te adora.

PK