Mi querido hermano,
Gracias por tu carta de hoy y por los 50 francos que contiene. Quisiera escribirte sobre muchas cosas quizás, pero el deseo ha pasado tan pronto a tal grado, que ya siento su inutilidad. Espero que hayas encontrado a esos caballeros dispuestos favorablemente hacia ti. Con respecto al estado de paz en tu casa, estoy igual de convencido tanto de la posibilidad de preservarlo como de las tormentas que lo amenazan. Prefiero no olvidar el poco francés que conozco, y ciertamente no vería el punto de ahondar más profundamente en los aciertos y errores en cualquier discusión de una parte o de la otra. Solo es que no me interesaría.
En cuanto a mí, me estoy dedicando a mis lienzos con toda mi atención. Estoy tratando de hacerlo tan bien como ciertos pintores a los que quiero y admiro mucho. 
Muy bien. ¿Pero el momento no debería hacerles entender la utilidad de una unión que más bien no ha ocurrido aún? Por otro lado, si se formara una unión, podría irse a pique si el resto se va para abajo. Entonces, quizás tú me dirías que los vendedores se podrían unir para los Impresionistas; esto podría ser muy pasajero. De cualquier manera, me parece que la iniciativa personal resulta ineficaz, y habiendo hecho el experimento, ¿lo comenzaría uno de nuevo?
Quizás verás este croquis del jardín de Daubigny   -es uno de mis más cautos lienzos – estoy agregándole un croquis de unos tejados de paja y el croquis de 2 lienzos nº 30, que representan inmensas extensiones de trigo después de la lluvia. Hirschig me pidió que te pida por favor que le compres los colores que te adjunto en su lista, del mismo vendedor de colores del que tú me mandas. Tasset puede enviárselos directamente a él, pago al recibir, pero entonces él tendría que recibir el 20%. O tú lo pones en la remesa de colores para mí, agregando la factura o diciéndome cuánto cuestan, y entonces él te enviaría el dinero. Aquí uno no puede encontrar nada bueno en cuanto a colores. Más pronto. Cuídate y buena suerte en los negocios y etc. Cálidos recuerdos a Jo y apretón de manos en el pensamiento…
Tuyo sinceramente,Vincent.