Turistas ingleses

Escribe al director de LA NACION el señor Ricardo A. Fisch, domicilio en Callao 1578:

“Los argentinos estamos hoy pletóricos de orgullo, no solamente por el acontecimiento deportivo que nos ha convertido en campeones mundiales de fútbol, sino también por el hecho de ser argentinos. En pocas palabras, trataré de comentar un hecho común en estos días, y que es un episodio más de los que les ha pasado a muchos de mis compatriotas, pero que, sin duda, constituye un elemento de satisfacción espiritual.

En la esquina de Sarmiento y 25 de Mayo encontré a un matrimonio de turistas ingleses llegados para la final del campeonato y que, evidentemente, se hallaban desorientados. Les ofrecí mi ayuda para localizar su hotel y, de todo ello, surgió una comunicación que terminó como reales amigos. Durante nuestra charla, el caballero me comentó que había sido piloto de la Real Fuerza Aérea durante la última Guerra Mundial, y me exhibió credenciales que así lo acreditaban, con varias misiones de bombardeo sobre Alemania y otros países. Luego del conflicto y en varias oportunidades regresó a dicho país en calidad de turista entre otras para presenciar el Mundial de 1974, y pudo comprobar el resurgimiento del milagro económico de un país al que él de alguna manera había contribuido a destruir, “para terminar la guerra”, según sus propias palabras.

“Luego de este preámbulo me dijo: “Uds los argentinos son el otro milagro, son el milagro de América, del que no teníamos noticias; por lo contrario, lo que sabíamos en nivel general eran hechos negativos producto de una falsa información”.

“Todo esto, señor director, son detalles que nos han acontecido diariamente a todos los argentinos en estos días, pero que indudablemente, nos humedecen los ojos y nos llenan de orgullo”.

Publicado en el diario La Nación de Buenos Aires el 5 de julio de 1978.