La casa del lago
Alejandro Agresti
Estados Unidos, Warner Bros, 2006
En la era del chat, Alejandro
Agresti dirigió esta película romántica en la cual el buzón de la casa
del lago funciona como nexo entre la doctora Kate Forster y el
arquitecto Alex Wyler, pero no en la distancia, como todas las cartas
lo son, sino en el tiempo.
Al dejar la casa en las afueras de Illinois para mudarse a Chicago,
Kate arroja una nota en el buzón dirigida al futuro inquilino pidiendo
que le reenvíe las cartas que le llegaran. Alex recibe la nota al
instalarse en la casa construida por su padre, sólo que dos años antes
de que Kate la hubiera dejado. Al ir notando esta situación de tiempos
paralelos, los personajes comienzan a mantener un romance epistolar
extraño.
El montaje del film está planteado de tal forma que por momentos las
cartas funcionan como mensajes instantáneos de internet. La pareja
(virtual) dialoga, y hasta discute, como si las cartas proporcionaran
un acercamiento casi táctil. La banderilla del buzón sube y baja para
señalizar la novedad, casi como los signos sonoros de los programas de
comunicación por computadoras que alertan sobre la llegada de un nuevo
mensaje.
En la película no hay ninguna explicación lógica del fenómeno que ha
conectado a esta pareja, como la aurora boreal de Desafío al tiempo (
Frecuency ), que logra una comunicación similar pero a través de un
equipo de radioaficionado. Sólo sabemos que el buzón es el punto de
contacto, y por lo tanto, es la carta escrita, a veces de manera casi
compulsiva, la única vía de proximidad temporal, y el recurso para
conocer y conquistar el amor ideal tan anhelado en las películas de
Hollywood.
Título original: The lake house
Dirección: Alejandro Agresti
Guión: David Auburn
Fotografía: Alar Kivilo
Montaje: Alejandro Brodersohn, Lynzee Klingman
Música: Rachel Portman
Intérpretes: Keanu Reeves, Sandra Bullock, Dylan Walsh, Shohreh Aghdashloo, Christopher Plummer
Origen: Estados Unidos (2006)
Duración: 105 minutos