Buenos Aires, Difusión, 1978

Por Laura Ávila

Cuando era chica y leía a Jean Webster en la colección Robin Hood, yo creía que ella era un hombre. En los libros de mi infancia nunca aparecían ni las caras ni las biografías de los autores.

En realidad Jean se llamaba Alice Jane Webster. Pasó a llamarse Jean en una escuela donde ya había otra Alice  y las confundían. Como le gustaba jugar con las letras y tenía un sentido del humor muy deportivo, cambió el orden de las vocales de su segundo nombre y se inventó le mot just , sólo para ella.

A pesar de que escribió muchas novelas para niños y adolescentes, hoy la recuerda muy poca gente, incluso entre sus compatriotas. Nacida en Fredonia, Nueva York, en 1876, le tocó vivir en una época bastante peculiar, donde las mujeres tenían conciencia de su importancia dentro de la  sociedad,  pero no podían expresarla a través del voto o la elección de sus estudios ( y a veces hasta de sus maridos).

Jean fue pionera. Se recibió de licenciada en Artes y Economía en Vassar, y después, durante toda su vida,  militó dentro de movimentos socialistas y femeninos. Digo femeninos, y no feministas, porque ella y toda su literatura hablan de una mujer en equilibrio con el hombre, compartiendo un mundo que mejoraba cuando ambos sexos entendían que habían nacido para amarse y complementarse.

Jean era sobrina nieta de Mark Twain. Tuvo que trabajar muy duro para darse a conocer como autora, porque había crecido a la sombra de su ilustre pariente. Incluso su padre, Charles Webster, fue editor de Twain hasta que se pelearon en 1888.  Twain dejó en bancarrota a la familia Webster, a tal punto que Charles se suicidó en 1891.

Pero nada de la amargura de esos años puede verse en las obras de Jean.

Estuvo a la altura de los mejores momentos de Tom Sawyer con sus sediciosas heroínas como Judy Abbot o Sallie Mc Bride. Sus chicas eran observadoras, frívolas y despiertas al mismo tiempo, muy divertidas.  Aunque no hacían otra cosa que vivir el día a día, lo hacían contadas de manera deliciosa.

Jean pudo elegir a su marido, aunque tuvo que esperarlo muchos años. Glenn era hermano de su mejor amiga y era casado. Jean mantuvo su amor en secreto  hasta que Glenn quedó libre y pudieron casarse en 1915.
En 1916 tuvieron una nena, la pequeña Jean, pero la Jean original falleció en el parto, debido a las malas condiciones de las salas de mujeres de antaño.

Las novelas más conocidas de Jean fueron Papaíto piernas largas (1912)  y Mi querido enemigo (1915). Las dos están escritas en un original sistema epistolar, es decir, en forma de cartas que Jean además ilustraba con horribles dibujitos de una sola línea. Aquí, por ejemplo, reproduzco el fragmento de una carta que Judy Abbot le envió a su querido protector de largas piernas:

“le diré, Papaíyo: yo creo que la cualidad más importante que puede tener una persona es la imaginación, porque es lo que hace posible que alguien se ponga en el lugar de otro. Y eso vuelve a la gente comprensiva y capaz de compasión. Es una cualidad que debería inculcarse en los niños. En cambio, el asilo John Grier desterraba desde el vamos todo atisbo de imaginación que apareciera en algún huérfano. La única cualidad que se estimulaba era el deber. Por mi parte, creo que los niños deberían ignorar el significado de esa palabra, odiosa y detestable, y que se les debería enseñar a hacer todas las cosas por amor.”

Escribía con pasión y tenía una conciencia social muy  desarrollada. Mi querido enemigo, por ejemplo, describe el funcionamiento de un orfanato de principios del siglo XX, con todas las faltas de higiene, de moral y de caridad que podía haber en una época en donde todavía se practicaba la eugenesia.    Ella supo conjugar su postura con un buen humor increíble y una sencillez de estilo que convirtieron sus obras en best sellers.  
Ese afán de testimoniar, esa intuición de que la caridad no tendría que existir porque tendría que ser superada por una igualdad de oportunidades, ese optimismo irreflenable de los que hacen las cosas por primera vez,  ese sentir que el mundo podía cambiar si lo narraba una voz de mujer ¡y todo eso contado para chicos! Hacen que Jean Wester sea una escritora que vale la pena recordar.

Bibliografía de Jean Webster

When Patty Went to College (1903)
Wheat Princess (1905)
Jerry Junior (1907)
Four-Pools Mystery (1908)
Much Ado About Peter (1909)
Just Patty (Las travesuras de Patty) (1911)
Daddy long-legs (Papaíto Piernas Largas) (1912)
Dear enemy (Mi querido enemigo) (1915)

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