El Coronel rasga el sobre y lee, con su habitual gesto inexpresivo. Se pone de pie, va hacia la ventana, y rompe la nota en pedacitos, mientras se hace oír por el soldado. 
– En tiempo de los romanos, cuando un mensajero traía malas noticias era costumbre pasarlo por las armas. ¿Usted ha leído algo de historia? 
Se vuelve hacia el soldado, con una sonrisa interrogante. 
– No, mi coronel, pero sé leer cartas -responde el mensajero, sacando su pistola. 

Juan Armando Epple

Publicado en Raul Brasca (comp.), 2 veces bueno 2 , Buenos Aires, Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos.


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