María del Carmen, en realidad no se que me llevó a contarte lo que te conte, tal vez la necesidad de que alguien que me pareció más humano, me escuchara, pudiera valerme un poco, alguien que desde su llegada al departamento solo había visto cómo y sin motivo me había visto agredida de diferentes maneras por personas sin escrupulos y sin etica moral de ningún clase. ¡Quiero creer que no me equivoqué en cuanto a vos!, espero que el haber trabajado en contacto con el verdadero abandono y la miseria de todo tipo, como es trabajar con niños en la calle te haya servido para volver más a los seres humanos y creer más en ellos, jamás voy a volver a hablar con vos de lo que hablamos ayer y quiero que quede entre nosotros como un secreto profesional, “ todo ” e incluso, lo referente a mi no necesidad de trabajar. Perdoná mi desconfianza, pero es parte de lo que me dio la vida. Te pido que hagas de cuenta de que no hablaste conmigo e incluso frente a mi “amiga” ¡Por favor no me defraudes, necesito creer en la gente y creo que vos, sos gente! 
Gracias por tu paciente escucha, jamás lo voy a olvidar.


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