«Una magnífica realidad»

La escritora María Isabel Biedma de Húngaro dirigió una carta al presidente de la Maison de L’Amerique Latine, conde Robert de Billy, cuya traducción ha hecho llegar a nuestro diario. Su texto es el siguiente:

“Esta mañana al leer LA NACION me sorprendió la dolorosa noticia del brutal atentado realizado en Versalles, ese magnífico palacio, único en el mundo, por su belleza y por su emocionante historia.

“Es la carrera sin límites de esa organización mundial cuyo fin es destruir y matar y que desgraciadamente bastante la hemos conocido en nuestro país, habiendo costado tantas jóvenes vidas.

“Hoy, gracias a Dios, que nos ha dado un gobierno inteligente y tenaz en la acción, y también al esfuerzo de nuestro pueblo que sin distinción de clases ha sabido luchar, hemos terminado por destruirla y sacar a nuestro país del abismo profundo donde nos había sumergido el antiguo régimen.

“Como mujer argentina creo que es mi deber contribuir a hacer conocer en Europa la realidad de nuestro país: una magnífica realidad. No dudo que las representaciones extranjeras que llegaron a la Argentina con motivo de la Copa Mundial y también los filmes que la TV ha transmitido a todos los países de Europa, han contribuido a reflejar su verdadera imagen y dar una réplica a esas bajas calumnias. No obstante, no se han disipado aún esas indignas mentiras. Todavía existen en contra de la Argentina.

“Desgraciadamente, mi noble amigo, la calumnia es un flagelo que necesita mucho tiempo para exterminarla y terriblemente difícil de combatir, pero creo que la verdad termina siempre por vencer a la mentira. La Argentina es hoy un hermoso país donde reina la libertad, donde se puede vivir en paz, y gozar de las múltiples bellezas de sus paisajes y de su alta cultura.

“Deseo profundamente, mi querido amigo, que esta verdadera y deslumbrante imagen sea conocida por el mundo entero, y que en el hermoso país donde he nacido, así como también en esa Francia tan querida, reinen la paz, el respeto y la admiración que ellas siempre han merecido”.

Publicado en el diario La Nación de Buenos Aires el 10 de julio de 1978