¡A todos!
No se culpe a nadie de mi muerte y, 
por favor, nada de chismes. 
Al difunto le horrorizaban especialmente. 
Mamá, hermanas mías, camaradas, perdonadme; 
este no es el mejor camino (no se lo aconsejo a nadie), 
pero no tengo ninguna otra salida.
Lili ámame.
Camarada gobierno, mi familia es: Lili Brik, mi madre, 
mis hermanas y Verónica Vitaldovna Polonskaya. 
Si se ocupan de asegurarles una existencia decente, gracias. 
Por favor den los poemas inconclusos a los Brik, 
ellos sabrán qué hacer. 
Como quien dice: El caso está cerrado.
El barco del amor se ha estrellado
contra la vida cotidiana
Y estamos a mano tú y yo.
Entonces ¿para qué reprocharnos mutuamente
por dolores y daños y golpes recibidos?
¡Suerte a los que quedan!

P.d. Camaradas, no piensen que soy débil.
De verdad no se puede hacer nada.
Digan a Ermilov que es una lástima que yo escribiera
La consigna que debimos maldecir.

En el escritorio tengo 2.000 rublos, úsenlos para pagar los impuestos.
Lo que sobre dónenlo a la Casa de Publicaciones del Estado.


Vladimir Maiakovski.

Publicado en Maiakovski, Vladimir, Poesía, Madrid, Visor, 1993. Traducción: José Fernández Sánchez.