Futuro de esperanza

El Sr. Héctor D’Angelo, domiciliado en M. Artigas 723, de Lomas del Mirador, envió la siguiente nota:

“En pleno desarrollo y éxito del certamen mundial de fútbol, los escépticos o expectantes debemos reconocer el saldo positivo que nos deja en sus diversos aspectos.

“Deportivamente, más que un seleccionado competidor entiendo se ha formado una mística, una tónica que debe regir de aquí en más la mentalidad de técnicos y jugadores como medio de actualizarnos a la realidad deportiva mundial.

“Económicamente, el saldo lo dirán los números con su fría elocuencia, para cuyo juicio final deben tener cabida las obras de infraestructura que quedan para el futuro y que han sido promovidas por este evento.

“Pero hay algo más positivo que obras, números o forma de jugar; es un sentimiento colectivo de hermandad que se manifiesta a cada momento entre nuestra gente por vía de una justa deportiva que ha tenido la gran virtud por encima de parcialidades, clases o posiciones.

“Algunos nos preguntamos: ¿qué pasará con los grandes estadios en el futuro? ¿se complementarán las instalaciones de TV con la llegada del color a todos los hogares? ¿Continuarán las obras urbanístico-edilicias agilizando, embelleciendo y dando comodidad al pueblo? ¿seguiremos aplicando la organización demostrada por el pueblo y las autoridades a nuestro comportamiento en adelante?

«Interrogantes a los que debemos responder, cada uno en su medida, con su comportamiento, con su contribución, con su decisión, pero a los que debemos corresponder dando razón a lo demostrado al mundo, que ha visto a través de sus representantes y de los maravillosos medios de difusión un país disciplinado, pujante, ordenado, pacífico, que quiere afianzar una etapa que ya ha comenzado, aglutinándose alrededor de una representación deportiva, expresando su sentimiento y agitando con fervor la enseña patria que –al margen de resultados ocasionales- seguirá flameando de hoy en más en cada corazón y en cada mente.

«El certamen mundial de fútbol –ayer incógnita- es hoy una hermosa realidad que debe enorgullecernos y que nos lega una filosofía plena de armonía para avizorar un futuro promisorio. El “¡¡¡Vamos… todavía!!!”, que fue fervoroso acicate para los deportistas, debe ser el “¡Vamos… por siempre!” para los luchadores de esta siempre renovada Argentina”.

Publicado en el diario La Nación de Buenos Aires, el 1 de julio de 1978.