Barcelona, Mondadori, 2000
En la novela de Stevenson, misterio y escritura se unen repetidas
veces, y de forma decisiva, bajo la forma epistolar. Aun cuando, como
le comenta Jorge Volpi a Mr Hyde en la carta que incluye esta edici ón
especial, el desvelamiento del “extraño caso” ya no produzca el mismo
efecto en los lectores actuales, por haber pasado a formar parte de
“nuestra memoria colectiva”, la carta cerrada del Dr Lanyon y la del
mismo Dr. Jekyll siguen actuando como ‘objetos del deseo’ para el
lector. Su aparición estimula la curiosidad tanto porque implican un
aplazamiento del misterio –principalmente la de Lanyon, al ser sus
instrucciones las de postergar su lectura hasta la muerte o
desaparición de Henry Jekyll- como por el hecho de que son un
testimonio directo. Es decir, permiten al lector, por primera vez en la
narración, conocer los detalles del secreto a través bien de un testigo
presencial, bien del mismo protagonista del caso, el Dr Jekyll.
Desvelado el misterio, cerrada la historia de Stevenson, la
edición de Mondadori incluye una carta de carácter ficcional dirigida a
Mr. Hyde por Jorge Volpi. El escritor mexicano actúa aquí como
‘abogado del diablo’ (Mr.Hyde). Así, si todas las acusaciones del señor
Utterson, abogado y amigo íntimo del Dr. Jekyll, van dirigidas a Mr
Hyde, Jorge Volpi, a través de estas líneas finales, sale en defensa de
quien sólo puede representar “el mal mismo”, el mal que no se
re-conoce. La culpa, según argumenta Volpi, únicamente puede recaer en
quien ha decidido, conscientemente, tentar a los demonios.
Estimado Mr. Hyde,
Debo confesar que me causa una peculiar extrañeza dirigirme a
usted por carta, en vez de tener la oportunidad de visitarlo
personalmente en su celda, pero, dados los antecedentes de su caso –y
su aparente deseo de no ser defendido-, no me queda otra opción que
valerme de estas páginas para tener contacto con usted. Quiero
ratificarle, de este modo, mi deseo de defenderlo en la causa que se
sigue por el asesinato de sir Danvers Carew, así como otras felonías
menores, tal como se detalla en la acusación presentada contra usted
por la fiscalía de Su Majestad (…)