El mensajero que nos enviaron
no llevaba ningún mensaje.
No hay peor mensajero
que aquel que no lleva ningún mensaje.
Lo ahorcamos en la plaza
como una señal.

Pablo De Santis

Publicado en Rey secreto, Buenos Aires, Colihue, 2005. Ilustración de Max Cachimba.


0 comentarios

Deja una respuesta

Marcador de posición del avatar

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *