Cartas de ficción
En el extranjero, en La mayor
La nada no ocupa mi pensamiento sino mi vida, me decía, hace unos días, en una carta Pichón Garay. Durante las horas del día no le dedico el más mínimo pensamiento; y mis noches se llenan de sueños carnales. Ha de ser porque la nada es una certidumbre, y hay Leer más…