Siempre he esperado una carta. 
De no sé dónde ni de quien. 
Una carta que filtrara 
por la endija de la puerta 
con su potencial de emociones 
de seducciones 
viajes espaciales, felicidad indolora. 
Un cuadrilátero de blanco papel 
surcado 
por simétrica bandada de golondrinas 
en migración. 
O que contuviera una sola palabra 
explosiva como una granada. 
Aunque no fuera yo 
la destinataria.

Haydée M. Ghio


Publicado en Antología , Buenos Aires, Grupo Editor Mensaje, 1987.


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