De Adelina Anaya a Señora María Eva Duarte de Perón – Pehuajó, 19 de noviembre de 1951

Señora: doña Eva: Espero que no la moleste señora con mi carta. Voy a expresarle mi caso: Soy viuda con cinco hijos. Están ellos en la pobreza, el mayorcito lo tengo en el hospital. Carezco de recursos para tantos como somos. En mi hogar, enferma una nena de tres años. Le agradeceré señora su ayuda por intermedio de la ayuda social que tanta obra realiza.
Con estas palabras le bastará para darse cuenta cómo me encuentro

De Noemí González a Señora Doña María Eva Perón – Córdoba, octubre de 1950

Excelentísima señora:
Con el más profundo respeto me dirijo a Ud. solicitando su piadosa ayuda en las tristes circunstancias por las que estoy atravesando.
Me encuentro en la indigencia y quisiera pedirle una ayuda mensual para solventar mis necesidades y la de dos pequeñas hijitas, una de ellas, ya de edad de siete años, que necesita instrucción y aún no he podido dársela.

De Pedro Badino a dignísima Señora María Eva Duarte de Perón – Rosario, 27 de marzo de 1951

Dignisima señora:
María Eva Duarte de Perón
Me dirigo a usted con gran alegría con solo pensar a pesar de mi gran tristeza, que voy a hacer escuchado por medio de estas líneas de una gran Dama y a la vez consuelo de todos los afligidos y desamparados que habitan este suelo tan querido por todo habitante del mundo que ha tenido la suerte de estar en estos cinco años de paraíso que así me permito p. llamarlo puesto que es la realidad