De Trino a sus queridas Marías – San Sebastián, 5 de julio de 1937

tenia la señora el porte tan distinguido y unos ojos azules y la cabeza tan artisticamente nevada que de reojo no me cansaba de mirarla me parecia verte á ti y decia yo. ¿Porque no podrian ser ellas? Con las ganitas que tengo de desahogarme y hablarlas y echarlas flores y abrazarlas. en fin de tantas cosas bonitas de como estoy lleno y deseo desbordarme ¿Cuando será? Pero ¿Será alguna vez?