1937
De Trino a sus queridas Marías – San Sebastián, 20 de junio de 1937
Mañana comienza el verano, es decir ya ha empezado, son las doce y media de la noche, que por cierto es explendida. apago la luz y vuelvo asomarme en la ventanita que da la campo, fumo un pitillo, y mirando al cielo, parece que estoy ante un altar. todo iluminadito.