Alicante, 19 de octubre 1941

Querido Carlos:

Recibí casi a un tiempo tu carta y el paquete enviado desde Toledo. Fuiste oportuno: al día siguiente de recibir los comestibles tuve conmigo excepcionalmente a mi hijo durante una hora. Comió conmigo, y charló conmigo, porque has de saber que habla mucho. Está hecho un cuerpo de hombre. Quien está muy agostada es su madre. Les veo todas las semanas, así como  a una hermana mía, y como tú presumes, me siento más a gusto aquí.
Regresaste de las playas del Norte. Extrañaba tu silencio y he sabido la causa. Te habrás renovado con el viaje.
Me alegra saber que Vicente escribe. Supongo que ya se habrá instalado en Madrid.
Carlos: ni Josefina ni yo sabemos nada de Vergara desde hace más de tres meses. Y el hambre es apremiante siempre. Le escribí y no me ha contentado todavía. A ti te encomiendo que cuanto hayas de enviar lo hagas a mi dirección de la calle, a Josefina Manresa Marhuenda, Santa Teresa, 15, Cox-Alicante.
Me contraría la actitud silenciosa de Vergara. La gravedad de mi situación familiar y particular ha exasperado tal vez mi sensibilidad.
Hasta cuando sea posible que nos veamos. No me recuerdes a Cossío. Recuérdame a los amigos de verdad. Y recibe un fuerte abrazo,

MIGUEL.       

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.