Ocaña, 6 de abril de 1941

Querido Carlos:

Por tus últimas noticias, veo que trabajas y que compruebas tu obra poética con Vicente. Muy bien. El enriquecerá tu juventud con su madurez total. También me alegra saber lo reducido del círculo en que te mueves, porque me da indicios de una exigencia y una necesidad de hombre y de poeta. Desde luego, tu envío de Toledo no ha llegado. Reclama donde sea oportuno. Y lo que enviéis, tanto tú como Vicente, hacedlo en paquete postal. Luis Rodríguez no se puede utilizar, porque no viene a verme, y otro procedimiento que podría indicarte no me parece seguro tampoco. No dejes de escribirme, que siempre me alegra, y cuéntame tus actividades y proyectos.
Vicente: comprendo tu retraimiento. Ten en cuenta que sólo dispongo de una fecha para escribir, y la familia es mucha; de todas formas, es preferible que me des tus noticias, como yo las mías, por mediación de Carlos, si no te molesta-. Se me hace más preciso cada vez el traslado. Ponte de acuerdo con todos nuestros amigos de rigor para gestionar el traslado al Reformatorio de Alicante. En este sentido he escrito a Germán Vergara (avenida del Generalísimo, 59), y si puedes telegrafiarle para el caso, hazlo. Son motivos muy graves los que me aconsejan e inducen a tomar esta decisión, aun sabiendo que en Alicante expongo a mi familia a un esfuerzo constante para atenderme. No te digo más. Espero pronto noticias.
Recibid, Carlos, Vicente, mis mejores abrazos.

FIDEL.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.