Madrid, en Prisión, a 26-6-1939.

Querido Pablo:

Tal vez por Juvencio, y por el Embajador de tu país en Madrid, donde me encuentro detenido varios meses, sabrás de mí y en qué situación estoy. Es de absoluta necesidad que hagas todo cuanto esté en tu mano por conseguir mi salida de España y el arribo a tu tierra en el más breve espacio de tiempo posible. El señor Fajardo, y nuestro amigo José María de Cossío, te pueden escribir con detalle sobre lo que me sucede, aunque ya te imaginarás bastante. Pon en movimiento todo tu interés y tu cariño por mí que me hacen falta enormemente y rápidamente. Conmigo habrán de salir mi mujer y dos amigos nuestros. Preocúpate en seguida de esto. No olvides que nuestra situación es bien difícil. Sabrá de ti por la Embajada, desde donde harán el favor de venir a comunicarme cuanto resuelvas.
Me acuerdo como nunca de vosotros. Te necesito como nunca. Da un gran abrazo a Delia, y tú recibe el otro.

Miguel Hernández.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.