Madrid, 25 de abril de 1979 
La Piedra en el Charco


Querido Quijano


Muchos quilómetros me separan de esa guarida de pornógrafos, pero lo cierto es que cuando me llegó el primer rumor, inexacto, de que MARCHA iba a reaparecer, un estremecimiento se me impuso de nuca a talones. 
Me vi en alguna mañana de viernes del 39-40, cuadrado en posición de firmes, viéndote y escuchando tus críticas inevitables. Cada semana, página por página -aunque hubiéramos hecho un número de TIMES con automatización y el resto- los reproches se reproducían mientras señalabas treinta y una páginas del recién nacido. 
Nunca supe por qué te salteabas la del editorial con sus cifras. Recuerdo haberme tropezado un viernes fatal con Alfredo Mario Ferreiro que llevaba MARCHA horizontal sobre las palmas de las manos, como una bandeja. Y respondía a las inevitables preguntas: 
– Es que tengo miedo que se me caigan los numeritos de Quijano. 
Luego se aposentaron los decires y supe que yo no iba a tener culpa ninguna. Lo que se proyectaba publicar era los CUADERNOS, ámbito con el que nunca tuve nada que ver a causa de sus especializaciones y lo breve de mi radio cultural. 
Esperemos, espero, que alguna vez CUADERNOS descienda lo bastante en su temática -no demasiado- para que considere oportuno incluir alguna página mía. 
Entretanto, mi admiración y asombro por el hecho inesperado de que luego de cuarenta años Rocinante vuelva al camino jineteado por el mismo Quijano de las broncas y las anticipaciones. 
Un abrazo 
Periquito el Aguador

Publicado en www.onetti.net