Albacete, 27 de junio de 1941

Querida Elvira:

Desde anteayer me encuentro en Albacete de paso para Alicante. Una última gestión de Vergara ha hecho posible que se consiguiera lo que perseguíamos y que no vaya a San Miguel de los Reyes como os decía en mi anterior. Ya os explicaré todo detenidamente, el caso es que por fin voy a estar cerca de vosotros. Espero lo sepáis por el aviso telefónico que habrán hecho a Josefina desde Madrid. Y espero que Josefina esté ya contigo esperándome, y mi niño. Sabrás que he tenido la suerte ed encontrarme aquí con el primo José con quien convivo desde ayqer. Está hecho un gran hombre y avisará a Orihuela por lo tíos en Murcia. Según se dice aquí saldremos hacia Alicante varios más y yo esta misma semana, auqneue tambié se dice que es posible que permanezca aquía más de una semana. Ya veremos. Si puedo os pondré un telegrama cuando salga. De todas formas, estad vigilantes a los trenes por si saliera de un momento a otro. Tomaos esa molestia, que no quiero dejar de abrazaros en la estación, ya que después no va a ser muy posible. ¿Estás ahí, Josefina? Presumo que sí. Ten paciencia, que ya falta menos. Nos vamos a ver, cosa que no esperaba hace unos días cuando me dijeron que iba a Valencia. Abrazos para Paco y los sobrinos. Y tú, Josefina y Elvira, recibid mi cariño.

MIGUEL HERNÁNDEZ GILABERT.

Giradme unas pesetas por si permaneciera algún tiempo aquí.

Publicado en Miguel Hernández, Epistolario, Madrid, Alianza, 1986.