De E. Roig a apreciado padrino – Buenos Aires, 21 de enero de 1937

Solo deseo ya digo trabajar, y no dudo que dadas sus relaciones comerciales y bancarias, lograré encontrar algo.
Aprovechando esta le voy a dar una pequeña información de lo sucedido por España. No sé si sabrá ya por otro conducto lo acaecido en Torroella; nuestro tio Jose (?) fué vilmente asesinado por el solo hecho de ser secretario del ayuntamiento, el vicario y curas tambien fueron muertos en forma inicua; según me dijeron antes de salir de Barcelona José Ma. Pudret, tambien habria sido victima de las barbaridades, esto ya digo no lo he podido, comprobar, pero no es dificil qur asi haya sucedido. En Barcelona se cometieron tantas y tantas y tantas barbaridades, quemar conventos, matar por la noche gente de toda clase por las carreteras, sin respeto a la edad ni al sexo, es decir una barbarie, incalificable entre gentes que se dicen civilizadas.

De Bibi a queridos viejos – Esquel, 16 de abril de 1969

Bueno por aquí todos nosotros muy bien, el Fabián está hecho un chancho como come. Hoy le dimos la 2da. Sabín y en la semana que viene le damos la «triple» así ya queda vacunado y listosin ningún problema. Ya gracias a Dios superó todos los problemas.
Las pirujas estan de lo que no hay, aunque ya van a verlas cuando ellas los vean a ustedes por aquí.
Alejandra va al colegio y va bastante bien, sabe contar hasta 100 y recién hoy la maestra le dió «escala» hasta el nº 6, sabés como Alejandra se lo sabe del derecho y del revés.

De Encarna y Manolo a querida Sabina y familia – Zaragoza, 4 de noviembre de 1989

a lo mejor, teneis frio, y no estais cómodos, en el salón hay un brasero electrico, y le he dicho que compre un calefactor para el cuarto de aseo, en las habitaciones se podrian poner radiadores electricos pero la instalación electrica es muy antigua, y no admite muchos aparatos, yo creo que con buenas mantas y una gran dosis de cariño, se combate el frios, nosotros todo lo que tenemos lo ponemos a vuestra disposición y lo ofrecemos con el corazón en la mano